Gracias a una rápida reacción, el suboficial de la Policía Nacional, Walter Flores Lucero, salvó de morir luego que la camioneta que conducía cayera a un abismo de 300 metros de profundidad en el valle del Monzón. El custodio policial conducía un vehículo que horas antes había sido intervenida al narcotráfico y llevaba más de 41 kilos de alcaloide de cocaína que fue incautado a la organización Los Chimbotanos, que operan en el valle del Monzón.
La operación inició con información del Grupo de Inteligencia Regional (GIR) de la DIRANDRO de Huánuco. El referido suboficial fue comisionado para conducir la camioneta 4 x 4 Jeep Cherokee RGW-345. Sin embargo, al llegar al kilómetro 82, sospechosamente apareció en sentido contrario otro vehículo a excesiva velocidad y se dirigió directamente con el vehículo.
Para evitar el choque, el agente viró de forma rápida y se precipitó al abismo, pero el efectivo se lanzó de la camioneta, la misma que quedó incrustada entre los árboles de eucalipto de la zona. Por su parte, el conductor resultó ileso y las autoridades iniciaron las investigaciones.
Operativo de inteligencia
Dos días antes del accidente, el equipo de inteligencia regional, de la DIRANDRO, acudió al lugar denominado Queropata, en el distrito Chavín de Pariarca, provincia de Huamalíes, para investigar a los grupos del narcotráfico que transportan grandes cantidades de clorhidrato de cocaína y abastecen los carteles mexicanos de Tijuana y Sinaloa.
Las investigaciones permitieron saber que el traficante apodado Chato Contreras, cabecilla de Los Chimbotanos, se disponía a trasladar droga hacia Huánuco desde el valle del Monzón. El seguimiento dio con las pistas de los sujetos Vladi y Shisha, que junto a sicarios armados atravesaban la montaña con cargamentos importantes de droga.
Se sabía que los traficantes llegarían hasta la Laguna de Carpa y, luego, en motocicletas se dirigirían a Tantamayo y el cruce de Singa, todo en la sierra huanuqueña, donde acondicionarían la droga en camionetas 4 x 4 con compartimientos especiales para esta ilícita labor.
Cerca de la una de la madrugada, después de dos días, los agentes observaron el movimiento de los traficantes, que, por un lado, llegaban a pie y, por otro lado, en una moderna camioneta Jeep y motocicletas. En ese momento, apareció una camioneta policial de la comisaría de Llata, lo que ahuyentó a los narcotraficantes, quienes se lanzaron a un abismo cercano y abandonaron el vehículo con la mercancía.
Al interior del vehículo fueron hallados documentos pertenecientes a Josfat Jara Flores, Urdalina Zea Zamora, que figura como propietaria de la camioneta, Alejandro Suárez Morán y Willy Jara Flores. También fue incautada una motocicleta con placa de rodaje A4-5912.
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