Educación secundaria con diversidad cultural

Durante el conversatorio “La Secundaria que queremos construir”, organizado por la Dirección de Secundaria del Ministerio de Educación (Minedu), el sociólogo uruguayo y especialista en juventud, Ernesto Rodríguez, precisó que si bien en los últimos años las escuelas secundarias han incorporado muchos estudiantes adolescentes, existe aún el reto de incorporar en las escuelas el valor de la diversidad cultural del entorno de cada joven.

Ello sugiere repensar la metodología de trabajo en las escuelas para que se adapten a los requerimientos de los estudiantes que llegan de diversas zonas y con diversas costumbres. “Eso implica, por ejemplo, que los profesores sean menos transmisores de información y  más orientadores para apoyar a los estudiantes en el uso eficiente y adecuado de la información que encuentran en internet”.

“En la educación secundaria tenemos que incorporar mucho más y mejor a los medios, las familias, las comunidades, el entorno de nuestros alumnos partiendo de la vida cotidiana, necesitamos responder muy claramente a la realidad cotidiana de cada alumno y eso implica conocerlo a fondo, saber cómo es, qué expectativas tiene, y sobre esa base trabajar para lograr mejores aprendizajes”, puntualizó el sociólogo.

EDUCACIÓN SECUNDARIA RURAL Y URBANA
Ernesto Rodríguez agregó que existe mucha diferencia entre la secundaria urbana y la secundaria rural, en la cual el contacto con la naturaleza y el vínculo con el medio productivo son más intensos que en la primera, y por lo tanto deben valorarse, aprovecharse y ser incorporados en la educación secundaria.

Recomendó que los ministerios de educación sean más flexibles y conscientes de que ya no es necesario que cumplan el rol que cumplían en sus orígenes, que era colaborar con la construcción de la nación, pues las naciones ya están construidas y ahora corresponde asumir las múltiples diferencias que existen y no insistir en aspectos que nos homogenizan como sociedad. “Podemos tener un himno o una bandera en común, pero también podemos asumir con total naturalidad la diversidad de situaciones sin que afecte el concepto de nación como tal”, manifestó el especialista.

Dijo también que «se debe romper el mito de que los adolescentes no leen, eso es totalmente falso, pues éstos leen más que antes solo que de manera distinta, no leen libros impresos, sino a través de la computadora, leen textos pequeños en internet, en los celulares, entonces, lo que corresponde es asumir y conocer las nuevas herramientas de trabajo y usarlas de manera correcta».

Recalcó que una buena educación es vital para una sociedad, pues colabora en la formación de buenos ciudadanos y trabajadores, y en  el fortalecimiento del sistema de cohesión social y de convivencia en los entornos comunitarios, ya que cuando no se tiene educación surgen situaciones de riesgo muy grandes que terminan en problemas, los cuales deben ser combatidos por otras vías.

“Por tanto, es muy importante apostar por los adolescentes. Ellos están mucho más y mejor preparados que los adultos para lidiar con dos factores centrales del siglo XXI: la centralidad del conocimiento y la permanencia del cambio, y estos dos aspectos son vitales para el desarrollo de nuestros países; por tanto, necesitamos comprender que el valor que tenía la experiencia en el siglo pasado está dejando lugar al valor que tiene el conocimiento y los jóvenes tienen mucho más acceso al conocimiento desde todo punto de vista. Hay que apostar mucho más a futuro en los adolescentes y darles más espacios de participación y creer que ellos pueden colaborar con el desarrollo de nuestro país”, finalizó el experto en juventudes.

Ernesto Rodríguez comentó las ponencias de Carmen Montero del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y Nani Pease de la Pontifica Universidad Católica del Perú (PUCP) sobre “Quiénes son y dónde están las y los adolescentes” y “Mitos y realidades del aprendizaje adolescente, respectivamente, las que resumen los estudios hechos este año por la DES, con la finalidad de tener un diagnóstico de la educación secundaria en el país y tomar medidas que permitan mejorar el sistema.