Editorial: Salvemos a los guardianes de nuestra Amazonía

AMAZONÍA. Los asesinatos de defensores ambientales y líderes indígenas de las regiones Madre de Dios y Huánuco, ocurridos en estos últimos días, nos debe llamar la atención y a reflexionar sobre las implicancias que traen consigo. Han matado a peruanos que ponen el pecho contra actividades ilegales y delincuenciales como son el narcotráfico, la siembre ilegal de coca, así como la minería y tala ilegal. En suma, peruanos que han muerto haciendo el trabajo que el Estado no hace y ha olvidado hace mucho tiempo.

Estas lamentables muertes deben llamar la atención de los tres poderes del Estado, es decir, de quienes toman decisiones y de quienes se han olvidado de la Amazonía y con su desidia la han convertido en tierra de nadie. En primer término, el Estado a través de la Policía Nacional del Perú, el Ministerio Público y el Poder Judicial tienen que frenar estos hechos criminales, que día a día está cobrando más vida de los defensores ambientales y sus familias, sin ningún tipo de control.

La muerte de Juan Julio Fernández Hanco (Madre de Dios), Nusat Parisada Benavides De La Cruz, Jesús Berti Antaihua Quispe y Gemerson Pizango Narvaes (lo últimos tres en Huánuco) no deben quedar impunes.

Para nadie es un secreto que las comunidades indígenas, quienes son usuarias del bosque, día a día entregan sus vidas para proteger y conservar uno de los últimos pulmones que tiene el planeta tierra, que son los bosques. Por tal motivo, podemos decir que la problemática por la que están pasando los líderes indígenas es global. Si las comunidades indígenas finalmente son desplazadas de su medio natural y obligadas a migrar, se habrá perdido buena parte del futuro y la sostenibilidad de nuestro planeta.

Por ello, es indispensable la acción inmediata de nuestras autoridades, que asuman su rol y adopten las medidas pertinentes para enfrentar estos hechos delictivos que vienen azotando a la Amazonía peruana desde hace varios años. Es importante recordar, que hasta el momento ningún gobierno ha hecho lo suficiente por quienes están en la primera línea de defensa del territorio y de los bosques; quienes día a día enfrentan las actividades delictivas como la minería y la tala ilegal, la siembra de coca, así como el narcotráfico.

Si bien en algún momento se han adoptado medidas, estas han sido aisladas y discontinuas como la denominada «Operación Mercurio» dirigida a erradicar la minería ilegal en La Pampa, en la región Madre de Dios.

Victor Zambrano es el actual presidente del Comité de Gestión de la Reserva Nacional Tambopata (Foto: SPDA)

Es más, representantes de las asociaciones agrícolas y turísticas de nuestra Amazonía ya han alertado, en más de una ocasión, al Gobierno y a la sociedad peruana que la deforestación en el país está fuera de control. ¿Qué pasará si se hace oídos sordos y no adoptamos medidas urgentes? Estaremos frente a un gran problema que nos llevará a un aumento inminente de la deforestación y la consecuente desaparición de los bosques.

Como ya hemos señalado a las comunidades no les quedará otra opción que migrar o convertir los bosques en tierras destinadas a la agricultura familiar. Así de desolador y desalentador es nuestro panorama.

Por ello, se hace necesario que el Estado peruano a través de sus gobernantes de una vez por todas ponga en marcha una serie de acciones para recuperar la Amazonía peruana de quienes pretenden robárnosla para desarrollar actividades ilegales. Nuestros gobernantes pueden hacer historia por sus decisiones, pero también por no hacer nada. La historia los juzgará.