El reconocido científico y ecologista Antonio Brack Egg se convirtió esta tarde en el primer ministro del Ambiente del país en una singular juramentación realizada en el Museo de la Nación y con la presencia de dignatarios extranjeros, en el marco de la V Cumbre de América Latina, el Caribe y Europa, ALC-UE.
En la breve ceremonia, el presidente Alan García tomó el juramento de estilo a Brack «en nombre del futuro y de la juventud», en presencia de todos los miembros del Gabinete.
Al lado del mandatario y en primera fila se encontraban, como invitados especiales, la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente de Eslovenia, Janez Jansa; y el secretario general de la Organización de Estados Americanos, OEA, José Miguel Insulza.
Tras el tradicional “sí, juro” y el saludo correspondiente, el flamante ministro reiteró que su gestión dará prioridad a la concertación antes que al enfrentamiento, y añadió que se ha fijado seis meses para organizar en seis meses el nuevo portafolio.
Indicó que trabajará en dos frentes, el externo y el interno. En el primero convocará el concurso y alianzas con países y organizaciones extranjeras interesadas en invertir en la defensa del medio ambiente en el país, y en el frente interno trabajará coordinadamente con las instituciones, profesionales y la ciudadanía
“No podemos hablar de resultados próximos de mi gestión. Los pueblos y los municipios también tienen la obligación de disponer correctamente de sus residuos. Existen en total mil 834 municipios en todo el país de los cuales mil 827 desconocen sus problemas de basura y desagüe” precisó.
El titular del Ambiente comentó que son los propios municipios y pueblos quienes deben aprender a controlar y manejar sus problemas ambientales al tiempo que anunció reuniones inmediatas con los órganos de gobierno regional y local.
Por otro lado, el titular del Ambiente afirmó que la actual ley forestal, que dijo posibilita que se quemen bosques para usarlos en la agricultura o la ganadería, es el principal origen de la deforestación que sufre el país.
“Se trata de una ley perversa que hay que cambiar porque establece que para la titulación sólo se considera el terreno mas no el bosque, pues existe la absurda idea de que en la selva la agricultura y la ganadería son el futuro. Debemos conservar los bosques en la selva y hacerlos productivos desarrollando diversas actividades como el ecoturismo” precisó.