Duro golpe al terrorismo

El abatimiento del tercer mando senderista, Epifanio Espíritu Acosta, alias «JL», y la detención de otros ocho, entre ellos Atilio Richard Cahuana, camarada «Julián» o «Iván», considerado el ideólogo del grupo que lidera «Artemio» en el Huallaga, constituye  un certero golpe a favor de la pacificación en una zona donde estos elementos no lograron ser derrotados.


 


Este éxito del Frente Policial del Huallaga, a cargo del general PNP Edwin Palomino, demuestra que la verdadera ofensiva del Estado resulta más eficaz con inteligencia operativa, como lo ha demostrado la unidad de élite de la Policía Nacional del Perú (PNP). Así, es posible derrotar a estos remanentes senderistas, que ahora conviven con el narcotráfico y en complicidad con los cocaleros ilegales.


 


También fue con inteligencia operativa que la Policía Antiterrorista logró capturar a la cúpula terrorista liderada por Abimael Guzmán. Lo que falta ahora es fortalecer a esta policía especializada y dotarla de todos los recursos necesarios. Si se están logrando estos avances en la lucha antisubversiva en la selva central ¿por qué no hacerlo en el Valle del Río Apurímac y Ene – VRAE?


 


En lugar de que las Fuerzas Armadas sigan estableciendo más bases antisubversivas, con personal de tropa no especializado y sin equipamiento adecuado, se debe fortalecer la labor policial que basa su estrategia en la inteligencia y no solamente en la fuerza militar, caso contrario, seguiremos siendo testigos de emboscadas a policías y civiles, permitiendo la impunidad a estos sediciosos.


 


La lucha contra el terrorismo y el narcotráfico es una función policial, nuestra Constitución Política así lo señala, y la Policía ha demostrado tener experiencia, pericia y eficacia en esta batalla.