Agentes especializados de la DIRANDRO y la DIROES, del Frente Policial Huallaga, dieron un duro golpe al narcotráfico que opera en el valle del Monzón. En una espectacular intervención destruyeron tres laboratorios de elaboración de droga e incautaron 190 kilos de clorhidrato de cocaína de alta pureza, cinco toneladas de insumos químicos y media tonelada de hoja de coca proveniente de los campos cercanos.
La gran cantidad de insumos químicos y de hoja de coca incautados permitió a las fuerzas del orden impedir la producción de aproximadamente 120 kilos del estupefaciente.
Los agentes se trasladaron hasta la zona de Sachavaca en medio de una tormenta, hasta llegar al centro de operaciones de los narcotraficantes conocidos como “Alfredo”, “Cachito” y “Jaime”.
Dirigidos por el comandante Ismael Talla de la Cruz y acompañados del fiscal Gino Huerto Bravo, los efectivos destruyeron los tres laboratorios rústicos clandestinos, así como los 500 kilos de hoja de coca seca y la media tonelada de insumos químicos, entre kerosene, ácido sulfúrico y una combinación entre gasolina y petróleo.
Los laboratorios de drogas eran de gran tamaño y estaban acondicionados para procesar 150 y 200 kilos de hoja de coca al mismo tiempo. En tanto, se desmanteló asimismo un sofisticado sistema de redes y desagües de sus contaminantes los mismnos que eran dirigidos hacia el río Monzón, afluente del Huallaga.
Cabe indicar que el precio de la arroba de coca en el valle del Monzón es de US$ 45; el kilo de ácido muriático, de US$ 17; y el galón de kerosene, combinado con petróleo y gasolina, se cotiza a S/. 35.
Cartel mexicano
En la sorpresiva operación helitransportada, la policía golpeó a las organizaciones del narcotráfico asentadas en el valle del Monzón, las mismas que son financiadas por los cárteles mexicanos.
Si bien en un primer momento el jefe del Frente Policial Huallaga señaló que fueron 250 kilos de clorhidrato de cocaína de alta pureza los incautados, luego del pesaje respectivo se comprobó que eran 190 kilos de estupefaciente de la más alta pureza.
La droga se encontraba debidamente embalada y lista para ser transportada desde el valle del Monzón por caminos rurales de la sierra hasta Piura, luego al puerto de Paita y de ahí al exterior, según confió una fuente policial.
Las investigaciones policiales sobre el accionar del narcotraficante conocido como “Levi” y otros más pertenecientes a la mafia mexicana duraron seis meses según indicó el jefe del Frente Policial Huallaga, general Withman Ríos Adrianzen.
Operativo helitransportado
En las últimas semanas, las acciones se intensificaron y permitieron ubicar el centro de operaciones.
Los agentes especializados antidrogas abordaron un helicóptero MI-17, de la Aviación Policial, trasladándose a las inmediaciones del sector Nueva Esperanza, perteneciente al Centro Poblado Maravilla, en el valle del Monzón, a 20 minutos en vuelo desde Tingo María. La incursión policial sorprendió a los narcotraficantes que lograron huir del lugar.
Al bajar del helicóptero los agentes se desplazaron velozmente hacia el inmueble de material rústico que servía de centro de acopio donde se halló gran cantidad de galoneras de plástico que contenían cuatro toneladas de ácido clorhídrico, así como otras que contenían una tonelada de ácido sulfúrico.
En otro ambiente de la vivienda fueron hallados cinco costales de polietileno, en cuyo interior se encontraban paquetes en forma de ladrillo que contenían el clorhidrato de cocaína.
Según los análisis efectuados, la droga es de alta pureza y muestra el grado de avance en la técnica de elaboración del clorhidrato de cocaína que han alcanzado los narcotraficantes del valle del Monzón.
Debido a la dimensión de lo incautado, el fiscal Handhy Cruz Jaramillo dispuso la incineración de los insumos químicos, mientras que la droga fue trasladada a la base antidrogas de Tingo María.
El general PNP Withman Ríos Adrianzén, jefe del Frente Policial Huallaga, informó que también se incautó dos granadas de guerra tipo piña, equipos de radio y armas de fuego.
Agregó que la droga tendría como precio aproximado a US$ 1,200 por kilo y de acuerdo a la zona a la que llegue puede elevarse hasta US$ 60 mil.
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