La Organización de las Naciones Unidas (ONU) acusó a las compañías más grandes del mundo de descuidar gravemente la protección del medio ambiente explotando de forma desenfrenada los recursos naturales del planeta. «El capital natural del mundo está siendo destruido a gran escala», advirtió el director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner.
Según el PNUMA, la catástrofe ocasionada por el derrame de petróleo en el golfo de México va mucho más allá de los problemas de una sola empresa. Aun así, la empresa privada apenas presta atención a la protección de la naturaleza y de la biodiversidad en el mundo, denunció el organismo dependiente de la ONU en un informe que será presentado el próximo martes en la Conferencia Mundial de Biodiversidad en Londres.
«Desde hace muchos años la explotación excesiva de la naturaleza por parte de las empresas privadas continúa de manera desenfrenada», aseguró Steiner. Selvas, especies, hábitats y ecosistemas desaparecen a un ritmo sin precedentes, alerta el director ejecutivo del PNUMA. Según estimaciones actuales del PNUMA, las especies se extinguen hoy en día a un ritmo 100 veces mayor de lo que ocurre durante el proceso de evolución.
Según el diario español La Vanguardia, el informe señala que esto apenas parece preocupar a las grandes compañías internacionales: sólo dos de las 100 mayores empresas se fijaron como objetivo estratégico la preservación de los ecosistemas. Sólo el 25 por ciento de 1.100 líderes empresariales teme que la extinción de especies y la pérdida de ecosistemas enteros pueda afectar negativamente a su propia empresa.
En muchas empresas se sigue creyendo que los recursos naturales son inagotables, «cuando desde hace tiempo estamos comprobando dolorosamente que eso ya no es así».
La ONU calcula que tan solo los daños ecológicos ocasionados por las 3.000 empresas más grandes del mundo por el mal uso de los recursos naturales, la contaminación de la atmósfera y de las aguas, así como por su responsabilidad en la extinción de especies ascienden a 1,7 billones de euros (2,1 billones de dólares).
«Muchas economías siguen sin ver la enorme importancia que tiene la diversidad de la flora y fauna y otras formas de vida y el papel que cumplen para el funcionamiento de los ecosistemas», lamenta Steiner.