Las modalidades usadas por los burrieres cada vez son más sofisticadas y hacen imperceptibles los estupefacientes a los ojos de la Policía. Ya no les basta sólo con forrarse la droga al cuerpo, sino se las tragan o los camuflan en los objetos menos pensados. Líneas abajo un informe del diario Peru 21 sobre el traslado de droga y las detenciones más sonadas de personas cuando intentaban trasladar la ilegal mercadería.
Peru 21. No les basta forrar sus cuerpos con drogas o crear inimaginables espacios dentro de sus maletas. Los ‘burriers’ se valen ahora de modalidades que hacen cada día más imperceptibles los estupefacientes a los ojos de la Policía.
La ingesta de droga líquida se ha puesto de ‘moda’. Los traficantes tragan cápsulas con esta sustancia en forma líquida que no suelen ser detectadas mediante las placas radiográficas que utiliza la Policía. Sin embargo, el índice de mortalidad es mayor para quienes se atreven a transportarlas en sus estómagos.
Se delatan
Remigio Montanero Torres, un español de 31 años, no soportó la idea de morir intoxicado por el kilo de droga líquida que llevaba dentro de él. Los 3 mil dólares que le habían prometido pagarle no valían su vida. Por eso prefirió confesar ante las autoridades, pese a que su placa radiográfica no lo delataba.
Casos como el de Montanero se reportan a diario en la Dirección Nacional Antidrogas (Dirandro) en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. “Tenemos que persuadirlos y asustarlos para que confiesen, ya que no podemos comprobar que tienen droga en el estómago”, sostiene el mayor Orlando Salas, del área de Supervisión y Control de la Dirandro.
El agente comenta que los “burriers’ suelen camuflar el narcótico en preservativos (que cumplen la función de proteger la droga y el aparato digestivo del portador). “Para este tipo de casos tenemos que recurrir a las placas de contraste. Esto genera un costo hospitalario y de tiempo que, a veces, resulta excesivo”, señala Salas.
España a la cabeza
El año pasado se detuvo a 483 personas (354 hombres y 129 mujeres) porque intentaron sacar estupefacientes del país. Esta cifra hubiera sido mayor si se contara con equipos, tecnología y personal policial suficiente.
“Todos nuestros agentes están abocados al control de la salida de narcóticos”, indicó el oficial. Esta situación ha hecho que se descuide la fiscalización del ingreso de drogas al Perú.
Los españoles siguen liderando la lista de ‘burriers’ extranjeros detenidos en nuestro país. En 2010 se intervino a 160 peruanos, 93 españoles, 25 filipinos, 18 mexicanos, 13 holandeses, entre otros.
El jefe de la División de Investigación de Tráfico Ilícito de Drogas (Divitid), Manuel Pacheco, atribuyó la presencia de los europeos al alto consumo de estupefacientes en naciones como España y Holanda: “España es el mercado de droga más grande de Europa. El 90% de los ‘burriers’ españoles que vienen al Perú es desempleado, adicto o padece enfermedades mortales”.
Solo el año pasado, la Dirandro decomisó dos toneladas y media de droga que estaban a punto de salir de diversos aeropuertos nacionales. Para el coronel Pacheco, urge una política de Estado que busque la erradicación de la producción de hoja de coca en el país. Mientras no exista, señala, el panorama continuará siendo el mismo.
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