A la hora de hacer ejercicio no hay excusa porque podemos hacerlo en cualquier lugar. En casa, en el gimnasio, o en la calle. Lo importante es hacerlo para preservar nuestra salud y mejorar nuestra calidad de vida. No obstante, ¿dónde es mejor hacer ejercicio?
La OMS recomienda para los adultos como mínimo 150 minutos semanales de práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana; o bien una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
En una entrevista con Infosalus, Nacho Martínez, doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y preparador físico en la Unidad de Salud Deportiva del Hospital Vithas 9 de Octubre de Valencia, afirma que da igual dónde se haga el ejercicio, siempre que éste sea supervisado por un experto.
Martínez destaca que cada vez hay más evidencia científica que asocia el ejercicio con la prevención de enfermedades, y también con una mejora, por ejemplo, en el tratamiento de las enfermedades metabólicas, respiratorias, o con la prevención del cáncer, por ejemplo.
«Tiene una serie de beneficios que si se combinan trabajo, fuerza y resistencia en determinadas dosis, se podrá sacar mucho rendimiento, pero para eso hace falta un buen uso del equipamiento. No tiene sentido ir a un gimnasio sin supervisión, y sin una pauta de entrenamiento. Creo que lo importante es que una persona sepa sacarle rendimiento al material, y a veces el material no se sabe usar», advierte el doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Por tanto, Martínez insiste en que el mejor sitio para hacer deporte es aquel en el que haya alguien que te supervise o guíe. «Esa supervisión la vamos a encontrar generalmente en un gimnasio, aunque no siempre va a haber esa asociación y es importante que contemos con un profesional para que nos guíe. Igual que contratamos a un abogado cuando tenemos un problema legal», advierte.
A su juicio también es importante desterrar la creencia de que el ejercicio con cuatro pautas básicas es suficiente. «Esto no es así. Es importante hacer una inversión porque nuestra salud y bienestar lo van a agradecer. Un ejercicio pautado será más eficiente, tendrá más beneficios en menos tiempo, y además se ajustará a nuestras características individuales y a nuestra progresión», remarca el experto de Vithas 9 de Octubre.
También hay que estar activo
Por otro lado, este especialista incide en la parte de mantenerse activo, en que no sólo hagamos ejercicio, y también en la continuidad. «No tiene sentido que uno empiece a hacer ejercicio de manera constante durante un mes y después lo interrumpa. Es importante la noción de continuidad, y que lo vaya estableciendo como parte de su vida y no quiera hacer ejercicio de 0 a 100, y luego se pare total», añade.
Por eso, ve importante coger el ejercicio con calma, que poco a poco se convierta en una rutina de entrenamiento a incluir en nuestro día a día, y no nos suponga generar una fatiga excesiva que haga que lo dejemos al poco tiempo porque si no nos supondrá un perjuicio para el resto de cosas de nuestra vida.
El hecho de que sea placentero también es otro punto a tener en cuenta, según defiende Martínez, que no suponga sólo un beneficio biológico, sino también de bienestar sobre nosotros mismos.
Sobre este punto también coincide la exdeportista de elite y actual preparadora física Crys Diaz, quien indica en una entrevista con Infosalus que lo importante no es dónde se realice el ejercicio, sino el encontrar la motivación para hacerlo y mantenerlo.
«Hay personas a las que les gusta hacer deporte en exteriores porque les suben más los niveles de energía, se encuentran más confortables al aire libre, mientras que otras prefieren ir al gimnasio a clases colectivas, o bien con entrenador personal. Lo importante no es dónde sino que la actividad te guste, motive, y con ella consigas tus objetivos», remacha.
Finalmente, y aunque todo depende de la persona, Nacho Martínez, especialista del Hospital Vithas 9 de Octubre de Valencia recuerda la recomendación clásica de intentar hacer tres días de actividad vigorosa a la semana, así como la regla de los 10.000 pasos diarios. No obstante, insiste en que todo se debe individualizar, pero siempre bajo la premisa de los 150 minutos como mínimo de ejercicio a la semana.
«Con menos no se pueden conseguir beneficios. Siempre hay que considerar el binomio de hacer ejercicio y ser activo. No basta con hacer 150 minutos de ejercicio si el resto de la semana soy sedentario.
Es importante ser activo, subir escaleras, caminar siempre que se pueda, desplazarse y no estar muchas horas sentado e intentar interrumpir esos tiempos de sedestación, no más de una hora sentado, y levantarse al menos cinco minutos», agrega.
Sobre el ejercicio, Nacho Martínez incide en que hay que entender que, como en todo, hay una progresión y al principio con menos tiempo se pueden conseguir beneficios y cuando las personas mejoran su forma se debe incrementar la intensidad y el volumen en la carga de entrenamiento.