Ahora no cabe la menor duda: el megamillonario Ira L. Rennert quiere seguir haciéndonos cholitos. Nueva partida de ajedrez con el complejo metalúrgico La Oroya y la mina Cobriza, y en este caso las piezas son de plomo.
También hay plomo en las balas que están corriendo en la minería de otros lugares del país.
El viernes pasado la Junta de Acreedores de Doe Run Perú (DRP) –subsidiaria del Grupo RENCO, holding propiedad de Rennert–, eligió finalmente, por una mayoría de 94%, a la empresa Right Bussiness para proceder a la liquidación de esta estrambótica situación.
Se trata de conseguir otro operador para La Oroya y Cobriza, modernizar el complejo metalúrgico para que no siga contaminando el medio ambiente como en los tiempos de ‘El Nictálope’ de Manuel Scorza, cobrar a Rennert lo que debe y respetar todas las condiciones laborales existentes.
Para refrendar este punto, se firmó un acuerdo pormenorizado.
Sin embargo, esta decisión mayoritaria solo se logró con el voto de Doe Run Cayman (DRC), otra sucursal de Rennert, porque, aunque parezca mentira, DRC aparece con un 40% de las acreencias de DRP.
Es decir, una de las Doe Run debe a la otra*, lo que quiere decir, entre otras vivezas, que Rennert invirtió fantasmagórico dinero fresco para hacerse de La Oroya en 1997, entonces propiedad de la estatal Centromín.
Entonces, como se ha dicho desde los tiempos de Piérola, el Perú, siendo un país de confundidas gentes, le entregó al empresario que se distingue en EE.UU. por contaminar el medio ambiente, la tarea de cumplir con un programa de mejoras ambientales (PAMA) en 5 años.
Doe Run no cumplió, naturalmente, ni tampoco con las dos extensiones que les sacó a los gobiernos de Toledo y García.
Ahora, después de haberse dado el lujo de cerrar La Oroya durante 40 meses, quiere otra extensión.
Está especificada en su nuevo Programa de Restructuración presentado recientemente.
Se cumpliría, dice, en dos años y medio, mas “siempre que las condiciones económicas lo permitan”.
Esta vez, el engaño está cantado.
Además, una extensión tácitamente extendería la garantía del Estado peruano, que está contenida en el contrato de transferencia de acciones y de aumento de capital social que el Grupo RENCO firmó con el Estado peruano el 17 de octubre de 1997.
Otra extensión del PAMA sería, además, el allanamiento del Perú a la deuda interpuesta por Rennert de más de US$ 800 millones ante el tribunal contencioso de La Haya.
¿Por qué, entonces, colaboró Rennert en el inicio de la liquidación y cómo piensa pasar semejante brulote?
Como lo sugirió CARETAS 2012, quiere ganar tiempo para conseguir una mayoría en nuestro Congreso que le extienda otro PAMA.
Eso lo ha advertido públicamente la propia asesora legal del Ministerio de Energía y Minas, Dra. Rosario Patiño.
¿Se atreverá el Congreso a semejante entrega?
De llegar a un pleno, habría que inmortalizar a quienes votaron a favor.
La fortuna de Rennert supera los US$ 5,300 millones y posee la mansión privada más costosa de los EE.UU.
Después de una hipotética votación aprobatoria habría que verificar qué congresistas llegaron por allí de huéspedes o, por lo menos, a cuál se le permitió usar uno de sus 39 baños y no pocos cajeros.
En todo caso, la estrategia de Rennert ya está trazada: ha pedido otra Junta de Acreedores para finales de este mes.
Dice que es para que se estudie mejor su nuevo Plan de Reestructuración, pero éste ya ha sido visto y rechazado por los acreedores.
Lo que quiere es dar tiempo a su gente para “convencer” al Congreso.
Mientras tanto, como una diversión paralela, la Federación Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos y Siderúrgicos (FNTMMSP) ha anunciado que desea cambiar a la empresa que manejaría la liquidación.
Prefiere, dice Luis Castillo, su secretario general, a ADN, postulante cercano a Doe Run.
Diego Camet, el presidente de la Junta de Acreedores, dice que eso es imposible, porque Right Business ya fue la elegida por el 94% de los acreedores, y la deuda a los trabajadores es solo el 1%.
Castillo, que a veces baila como Shakira, no lo ha dicho, pero siempre le queda el recurso de volver a bloquear la Carretera Central.
“De repente”, dijo un observador de este conflicto, “Ira lo invita a hacer pipí en Long Island”.
*Paralelamente, el ‘trader’ Trafigura, en un juicio que sigue contra Rennert en Missouri, denuncia que la deuda que Rennert ha presentado ante el concurso de acreedores no existe. Por lo tanto ha cometido un delito.
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