La vulneración de derechos humanos de las Comunidades Originarias, y la deficiente actuación del Estado peruano para protegerlas, es la razón por la que tres representantes de organizaciones sociales del Perú viajarán a Bélgica y el Reino Unido para exponer sus demandas ante la actividad minera en Espinar (Cusco)
En el marco de la campaña “Espinar no puede esperar”, se busca impulsar el debate y aprobación de la Ley (directiva) de Debida Diligencia de la Unión Europea, buscando que esta contenga garantías en materia de derechos humanos y medioambiente.
Esmeralda Larota, de la Asociación de Mujeres Defensoras del Territorio y Cultura K’ana de Espinar, quien vive en una de las comunidades más azotadas por la contaminación minera en Espinar, en Huancané Bajo, será la voz de los afectados por metales pesados ante la audiencia europea, la cual recibirá a la delegación peruana conformada por el exviceministro de Gestión Ambiental del Ministerio del Ambiente del Perú, José de Echave y la bióloga Karem Luque de Derechos Humanos Sin Fronteras de Cusco.
De acuerdo al programa de reuniones, entre el 13 y 19 de junio, la delegación peruana se reunirá con representantes del Servicio Europeo de Acción Exterior, con eurodiputados, y con el mismo Parlamento Europeo, que es la matriz de la discusión de la Ley de Debida Diligencia. También se reunirán con un banco que invierte en Glencore y con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bélgica, país que -siendo miembro de la UE – viene construyendo su propia legislación de Debida Diligencia.
Para Esmeralda, vivir al lado de la mina es algo insostenible porque gran parte de los miembros de su comunidad tiene metales tóxicos en sus cuerpos. “Nuestra salud se está deteriorando día a día, por eso pido a las empresas mineras de otros países sean responsables, que sean más humanos, nosotros queremos que nos respeten, ellos se están llevando nuestras riquezas, mientras ellos ganan millones, nosotros hemos perdido toda nuestra economía, vivíamos de nuestros ganados, y ahora nuestros animales están enfermos y están muriendo; nuestras chacras casi no producen, nosotros vivimos de ello. Sabemos que nuestras aguas están contaminadas, pero no hay otra fuente de donde tomar, no tenemos otra opción”, lamenta.
«Les pido a las empresas mineras que sean más humanos»
“Pido a los ciudadanos de UE que hagan una ley para nuestra debida diligencia para que respeten nuestros derechos humanos porque nosotros también merecemos vivir como ellos, que exijan a sus autoridades para que hagan una ley de debida diligencia para que se respeten nuestros derechos humanos, para que vivamos como ellos, nosotros también queremos vivir sanos y con futuro”, finaliza Esmeralda, vocera de la campaña Espinar no puede esperar.
Cabe señalar que la gira también promueve una reunión con el Consejo Internacional de Minería y Metales, plataforma internacional de lobby minero, e incluirá además un foro público, reuniones con la sociedad civil belga y un intercambio con víctimas de contaminación en el entorno del puerto de Amberes, se informó a INFOREGIÓN.
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