Una reciente investigación realizada por Rocío Silva Santisteban analiza la situación de vulnerabilidad y peligro que a diario viven miles de lideresas y defensoras de nuestros territorios en toda América Latina, quienes deben enfrentar riesgos y amenazas durante el ejercicio de sus derechos y reclamos por la soberanía y respeto, tanto del medioambiente como de sus espacios.
La investigación fue presentada en el Centro Cultural de España con los testimonios de Teresita Antazú, defensora de la selva central y Luzmila Marroquín defensora de los territorios en Cusco. Además, se realizó la Muralización colectiva en el Parque Washington con el Colectivo de Jóvenes muralistas de Celendín y Espacio Abierto.
El estudio «Mujeres y conflictos ecoterritoriales. Impactos, estrategias, resistencias» aborda el cómo las prácticas de las empresas extractivas al parecer estarían diseñadas siguiendo un esquema que se replica en todos los territorios donde operan, realizando prácticas de hostigamiento, denuncias contra el honor, amenazas, agresiones y ataques contra las dirigentes y lideresas.
En ese sentido, se citan los casos de Máxima Acuña de Chaupe, en su lucha contra la minera Yanacocha; el asesinato de Petronila Coa, en Puno; o los casos de violencia sexual en Majaz, Arequipa; y hechos similares registrados en las zonas de Cajamarca y la selva central.
Asimismo, las defensoras enfrentan violencia física, psicológica y sexual, tocando sus senos y nalgas como mecanismos que utilizan los agresores para neutralizar la acción de defensa de estas mujeres. También se recogen los casos de Rosa Sara Huamán, dirigente indígena de la comunidad de Cañaris, quien ha tenido más de diez denuncias ante los fiscales de Chiclayo y Jaén.
Esta situación de peligro llevó a que la organización Global Wittnes consigne en un mapa online los países con más casos de asesinatos de ambientalistas, ubicándolos así: Brasil 207 casos; Honduras 109; Colombia 105; Filipinas 88, y 50 en Perú en un acumulado 2010-2015. El más llamativo ha sido el de Berta Cáceres líder de la comunidad lenca, una de las ganadoras del premio Goldman y activista de Honduras.
Machismo en diferentes espacios
Uno de los abordajes de la investigación citada advierte que muchas veces los problemas y dificultades que tienen que atravesar las lideresas en la defensa de sus territorios y propiedades son causados por sus propias parejas, ya que éstos ven amenazados sus propios liderazgos, así como la realización de los trabajos domésticos.
Además, al momento de defender la soberanía de sus espacios y propiedades, en la mayoría de los casos son los varones quienes poseen la propiedad sobre las tierras, lo que complica la labor de las mujeres. “Actualmente se calcula que existen en el mundo 1.600 millones de mujeres campesinas (más de la cuarta parte de la población), pero solo el 2% de la tierra es propiedad de ellas y reciben únicamente el 1% de todo el crédito», recoge el estudio.
Al abordar el caso peruano, se registra que las mujeres tienen la propiedad de solo la quinta parte de la tierra. «Las mujeres jefas de hogar de zonas rurales tienen en promedio 2.7 hectáreas por parcela, tamaño bastante menor a la superficie de 3.5 hectáreas que poseen los hombres”, se registra.