El analista en temas de lucha antidrogas, Rubén Vargas Céspedes, dijo que más de una huelga cocalera está promovida por el interés político y personal de los dirigentes cocaleros.
“En realidad no tienen interés alguno en solucionar la problemática del agricultor, sino buscan tener una masa de campesinos atrás de ellos, para usarla en sus planes particulares”, expresó el abogado.
Agregó que si los dirigentes cocaleros tuvieran cierto nivel de madurez política, hace tiempo que se hubieran sentado a negociar sobre cómo reducir la coca que va al narcotráfico, y tal vez ya se habría encontrado la verdadera solución al problema.
Vargas Céspedes recordó que entre los años 2003 y 2004 se dieron manifestaciones muy radicales en Tingo María y Aguaytía. El objetivo fue pedir la liberación de Nelson Palomino, un dirigente cocalero sentenciado por el Poder Judicial debido a que cometió un delito común, el secuestro.
Pero para algunos dirigentes, este sentenciado era un preso político y había que sacarlo de la cárcel. Con un discurso violentista empujaron a los campesinos a causar una serie de destrozos a la propiedad pública y privada, se hicieron famosos, y ahora los vemos convertidos en congresistas de la República.