Cuatro laboratorios rústicos de procesamiento de pasta basca de cocaína (PBC) y uno de transformación a clorhidrato de cocaína fueron sido destruidos por miembros de la Dirección Nacional Antidrogas (DIRANDRO) en el valle de Monzón.
Un grupo importante de efectivos policiales antinarcóticos, incluidas las unidades especializadas de la DIRANDRO y de la División de Operaciones Especiales de la Policía Nacional (DINOES), así como los fiscales Carlos Muñante Campos y Jeremías Rojas Velásquez, incursionaron en el caserío de Manchuria, a unos 40 kilómetros al suroeste de Tingo María.
Los policías lograron ubicar los laboratorios rústicos en una estrecha bifurcación del río Manchuria, debidamente implementados y con un promedio de 250 kilos de droga en proceso de elaboración en cada uno de ellos.
Al realizar el registro más minucioso en esta vasta zona, también se ubicó un laboratorio de procesamiento de clorhidrato de cocaína construido de material rústico. En una de las instalaciones, la policía halló bicarbonato de sodio, insumo que no es fiscalizado pese a que ahora es usado por los narcotraficantes, así como envases de lejía de conocidas marcas.