La embajadora de Estados Unidos en Lima, Rose M. Likins, descartó que la relación con Perú se vea perturbada por cualquier “pequeño escándalo” generado por supuestos cables diplomáticos del Departamento de Estado de ese país difundidos por el portal Wikileaks.
“Nuestra relación está basada en temas compartidos como el apoyo de la democracia, la lucha contra el tráfico ilícito de drogas, el TLC. Las cosas que nos unen son mucho más importantes que cualquier pequeño escándalo que pueda haber resultado de eso”., agregó.
Agregó que desde el inicio del caso Wikileaks sostuvo conversaciones con las autoridades peruanas respectivas, pero declinó mencionar detalles del diálogo.
En todo momento, la diplomática evitó comentar el contenido de ese material al calificarlo de un conjunto de documentos que aún tiene carácter de “clasificado”.
Wikileaks divulgó esta semana cables diplomáticos estadounidenses que muestran apreciaciones de sus embajadores sobre las relaciones internacionales de Washington con diversos países de la comunidad internacional, entre ellos Perú.
Al culminar su participación en el seminario internacional «Retos de los operadores de justicia», Likins afirmó que el gobierno de Estados Unidos lamenta la divulgación de documentos, porque se trata de “un crimen”.
Por ello precisó que el procurador general de la nación estadounidense ha abierto una investigación criminal, y confió en que se sancionará a los responsables de esa divulgación.
“No vamos a hablar sobre ningún documento, ahora ni nunca, porque consideramos que estos documentos todavía están clasificados. Es información protegida y la protegemos por buenas razones.”
Likins sostuvo que las autoridades de su país no tardaron en actuar contra la ilegal difusión de documentos, y como prueba mencionó que una de las personas involucradas en el hecho ya se encuentra detenida.
Añadió que hay un proceso legal empezado anteriormente, pero que lo diferente ahora es que se publicó más información mientras las autoridades estadounidenses estuvieron atentas “a esta amenaza”.
La representante diplomática argumentó que la divulgación de esos documentos es una amenaza, porque la información particularmente en otros países puede causar la muerte de algunas personas que compartieron información con el gobierno estadounidense.
“Finalmente, nuestra relación con Perú está basada en objetivos comunes, en valores compartidos. Y estamos seguros de que esta relación continuará sin problemas como resultado de esta ocurrencia.”
Sobre la actuación de la embajada de Estados Unidos en la elección presidencial de 2006 en Perú, sólo comentó que un diplomático observa lo que pasa, participa en la vida nacional como amigo y socio del país donde está destinado, “pero tener injerencia jamás”.
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