Alan Chamorro, coordinador de campo del Programa Conservando Humedales Altoandinos – Asociación Ecosistemas Andinos (Ecoan), abordó las acciones desarrolladas en la restauración de bofedales en la Reserva Nacional de Junín, durante su intervención en el evento “Es hora de la restauración de los humedales”, organizado por el Ministerio del Ambiente de manera conjunta con el Comité Nacional de los Humedales.
Chamorro Cuestas refirió que las acciones se desarrollaron en el marco del “Programa Conservando Humedales Altoandinos: para la gente y la naturaleza” que se realiza en Perú y Argentina. Resaltó que se trata de una iniciativa necesaria para rescatar el saber ancestral y fusionarlo con el conocimiento técnico, y así plasmar una estrategia de conservación.
Refirió que el lago Junín que tiene más de 23 000 hectáreas -y que está situado a 4 080 m.s.n.m., en la meseta del Bombón, región Junín- posee gran cantidad de especies, incluso endémicas, como el zambullidor de Junín y la rana gigante. Por su importancia fue declarado Reserva Nacional Protegida (1974) y sitio Ramsar (1997); además, recordó que aquí se almacena agua para la generación eléctrica nacional.
“El lago Junín tiene todos los problemas que existen en los humedales”.
Añadió que alrededor hay mucha población que ha generado impacto en ese lugar. Dijo que uno de los más importantes es la alteración al régimen hídrico: debido al almacenamiento de agua para la producción energética se ha hecho el represamiento de sus aguas. Los efectos van desde la desaparición de ecosistemas hasta la desaparición de aves y anfibios, lamentó.
A estos efectos se agrega el impacto causado por estructuras físicas como el terraplén de las vías del ferrocarril. También está el sobrepastoreo y el sobrepisoteo, la contaminación minera, la quemas, etc. Lo anterior genera el desecamiento del bofedal, precisó. Otra amenaza importante es el corte de champa que usan los pobladores para cocinar o dar calefacción a sus hogares.
“Lo que trabajamos aquí es en tener más agua en el sistema o recuperar la cobertura vegetal. Para salvar los bofedales tenemos que tener una visión integral”.
En el trabajo de restauración de los ecosistemas está el rechampeo, que es la recuperación de la cobertura vegetal y la siembra de especies nativas. Seguidamente, detalló todas las tareas que realizan en el marco de esa actividad. También abordó el trabajo desarrollado en la recuperación de laderas, pues salvar el bofedal implica realizar esa tarea.