Diez años de prisión para oficial del Ejército que violó derechos humanos en el Alto Huallaga

Cronwell Espinoza Sotomayor, coronel en actividad del Ejército Peruano quien en 1992 se desempeñó como jefe de la base militar contrasubversiva de Aucayacu con el seudónimo de “Capitán Carlos Esparza”, ha sido sentenciado a 10 años de pena privativa de la libertad efectiva y al pago de 80 mil nuevos soles por concepto de reparación civil, al habérsele encontrado culpable del secuestro y desaparición forzosa del agricultor Marco Torres Gutiérrez (36).

Los hechos ocurrieron el 12 de julio de ese año. Espinoza Sotomayor dispuso la detención de Marco Torres Gutiérrez cuando este se encontraba en la plaza de Armas de Aucayacu en compañía de sus hijos Élmer y Jenny. Tres efectivos militares detuvieron al agricultor ante la presencia de los niños y de varios testigos y lo condujeron a la base militar.

«Yo le pedí al capitán Carlos que me entregara las llaves de mi casa que tenía mi esposo. Me devolvió las llaves y el DNI de mi cónyuge, lo que probaba que lo tenía preso. Entonces me dijo que regresara al día siguiente porque lo iba a soltar», relató a INFOREGIÓN Dionisia Retis de Torres. Nunca volvió a ver a su marido.

Retir regresó varias veces a la base de Auacyacu hasta que el «capitán Esparza» la enfrentó: «Me dijo: ‘¡Ya no vuelvas porque te voy a meter un plomazo, terruca! Tu esposo ya no está aquí. Se ha escapado por el corralón’. Yo le increpé. Le dije que si lo había matado, que me entregara el cuerpo. Pero dos soldados me sacaron de la base», expresó.

La sentencia fue dictada el pasado 27 de marzo de 2013 por la Sala Penal Nacional conformada por las magistradas Rosa Bendezú Gómez y Miluska Cano López, quienes votaron a favor de la sentencia, mientras que Enma Benavides Vargas optó por absolverlo. La fiscal Carmen Ibáñez Carranza pidió 20 años de cárcel para el coronel Cromwell Espinoza Sotomayor.

El sentenciado actualmente afronta otras acusaciones que investiga la Fiscalía de Tingo María. Se le atribuyen homicidios y desapariciones en la zona de Bolsón Cuchara durante la «Operación Aries» donde participó como oficial del Batallón Contrasubversivo N° 313, con sede en la base Los Laureles, Tingo María.

Pese a los duros cuestionamientos, durante 21 años continuó su “impecable carrera militar”, como si se tratara de un brillante oficial, sin una sola falta en su foja de servicios, es así que el 13 de octubre de 2008 se publica en el propio diario oficial El Peruano, su ascenso al grado de coronel del Ejército Peruano.

Luego de la lectura de sentencia fue inmediatamente detenido por agentes policiales y recluido en un centro penitenciario de Lima.

En Aucayacu, es acusado de haber perpetrado atentados contra los derechos fundamentales de por lo menos medio millar de personas. En ese año era casi normal encontrar en las riberas de los ríos Huallaga y Aucayacu, cuerpos con las extremidades seccionadas de decenas de personas. Fue uno de los años más violentos que se recuerda en el Alto Huallaga.

Tras conocer la noticia sobre la sentencia a este oficial, muchas personas que prefirieron no identificarse señalaron sentirse conformes con el fallo. Indicaron, además, que harán la convocatoria a todos los familiares de las víctimas de “Capitán Carlos Esparza” para juntos denunciar otros graves atropellos que aún no conocen las autoridades competentes para su judicialización.

El abogado del sentenciado, Rafael Franco de La Cuba, dijo que apeló el fallo. «La sentencia es injusta porque las juezas dudaban de su culpabilidad y esta vez la duda le jugó en contra, cuando lo normal es que lo favorezca», finalizó. (Nóvel Panduro Ruiz)

Los comentarios están cerrados.