El Perú es el primer productor mundial de fibra de alpaca. Nuestro país cuenta con más de 3 600 000 ejemplares de esta valiosa especie. La cifra representa el 87% de la población mundial de este camélido. Con motivo al Día Nacional de la Alpaca, conozcamos pues la importancia de esta especie.
Según las cifras del IV Censo Nacional Agropecuario (Cenagro), la crianza de alpacas involucra a unos 82 459 productores agropecuarios, principalmente de siete regiones del Perú. Entre ellas podemos citar a Puno, Cusco, Arequipa y Huancavelica.
El Ministerio de Agricultura y Riego (Midagri) indica que la alpaca es uno de los dos camélidos altoandinos y sudamericanos domesticados en el mundo. El Perú cuenta con el mayor número de ejemplares de las dos razas existentes: Huacaya y Suri: además de híbridos del cruce de las dos razas mencionadas.
Según el Midagri, en el año 2018 se exportaron más de 6 500 toneladas de fibra de alpaca, lo que representa el 95 % de la producción total. Esto alcanzó un valor de exportación de unos US$166 599 000, siendo China e Italia los principales mercados de destino, donde se demanda fibra de alpaca para la elaboración de prendas de vestir.
El Perú es el primer productor mundial de fibra de alpaca
Por esta razón, en este día también se destaca la labor de diferentes criadores de las regiones altoandinas productoras del país, los cuales dependen de estos camélidos. En este sentido, la alpaca ha sido declarada como Recurso genético del Perú, mediante Ley Nº 28350, sobre Promoción de mejoramiento genético y conservación de las razas de camélidos sudamericanos domésticos.
El período de gestación promedio de una alpaca es de aproximadamente 11 meses y solo puede gestar una cría al año. Estos animales pueden vivir hasta más de 25 años, pero su tiempo reproductivo se considera entre seis y siete años, dependiendo del manejo del criador.
La principal causa de mortalidad de las alpacas son las enfermedades neumónicas, entéricas y la amenaza de animales depredadores como el zorro. No obstante, también sufren de enfermedades como la enterotoxemia, la cual se presenta con frecuencia en épocas de lluvias, cuando los camélidos se encuentran sueltos en el campo y las crías beben agua empozada donde se encuentra la bacteria; por lo que enferman y mueren. Esta situación es conocida por los criadores de camélidos.
Una alpaca al nacer pesa entre siete y nueve kilos y llega a medir entre 80 y 90 centímetros a los dos o tres años de edad. Su peso apto para iniciar su reproducción es a partir de los 35 kilogramos, y cuando es adulto llega a pesar de 50 a 60 kilogramos.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en zonas altoandinas y por encima de los 4000 msnm, el 70-80% de los ingresos provienen de la crianza de camélidos sudamericanos. En este sentido, la alpaca es un animal que ayuda a dar sustento y vida a poblaciones que se encuentran en condiciones adversas.
En relación a la industria textil, la alpaca nos ofrece una gran diversidad de colores, pues alrededor de 23 tonos se pueden sustraer de esta especie. Es así como la fibra blanca es muy requerida debido a la facilidad de teñirla a la moda. A pesar de ello, actualmente se buscan opciones ecoamigables que no utilicen productos químicos al pigmentar las prendas.
Los alpaqueros son conscientes de la importancia de estos camélidos. Es así como al iniciar sus labores, le piden permiso a los apus tutelares, con tres hojas de coca, para canalizar la energía positiva para el manejo de la alpaca. Cierran el día repitiendo este ritual.
Cabe remarcar que la crianza de estos camélidos debe desarrollarse en armonía con el medio ambiente. Es responsabilidad de todos los sectores reconocer su importancia y preservar la especie.