Los humedales son vitales para los humanos, para otros ecosistemas y para nuestro clima, ya que proporcionan servicios esenciales en la regulación del ciclo del agua y sirven como grandes filtros que reducen la contaminación.
Su diversidad biológica es crucial para la salud humana, el suministro de alimentos y actividades económicas como la pesca y el turismo, que generan empleo.
A pesar de estos grandes beneficios, estos ecosistemas están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques debido a las actividades humanas y el calentamiento global.
Por eso este año el Día Mundial de los Humedales, el 2 de febrero, está enfocado en resaltar la biodiversidad de estos hábitats, su estado, su importancia y por qué es necesario revertir la pérdida de especies.
El día mundial conmemora la adopción de la Convención sobre los Humedales, el 2 de febrero de 1971, en la ciudad iraní de Ramsar, a orillas del mar Caspio.
Según la Convención de Ramsar, “son humedales las extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros”.
Entre los humedales continentales se incluyen acuíferos, lagos, ríos, arroyos, marismas, turberas, lagunas, llanuras de inundación y pantanos. Entre los humedales costeros se incluyen todo el litoral, manglares, marismas de agua salada, estuarios, albuferas o lagunas litorales, praderas de pastos marinos y arrecifes de coral. Los estanques de peces, arrozales, estanques de descontaminación y estabilización y salinas son humedales artificiales.
«Los humedales son hábitats multifuncionales increíblemente valiosos: nutren una gran diversidad de vida, proporcionan agua y otros recursos, nos protegen de las inundaciones y actúan como filtros gigantes que alivian la contaminación», dice Corli Pretorius, director adjunto del Centro de Monitoreo de la Conservación Mundial (UNEP-WCMC).
«La pérdida de humedales debido a la presión del desarrollo ha sido enorme, pero estos ecosistemas pueden restaurarse y generar beneficios para las personas y la naturaleza», añade.
En general, la diversidad biológica está disminuyendo a un ritmo sin precedentes en la historia de la humanidad y la tasa de extinción de especies se está acelerando, lo que posiblemente tendrá impactos graves en la sociedad, según un informe de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES).
La tercera Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA) aprobó una resolución sobre la protección y la restauración de los ecosistemas relacionados con el agua. En esta, los Estados Miembros acogieron un marco para la gestión de los ecosistemas de agua dulce, el cual apoya los objetivos nacionales e internacionales relacionados con estos hábitats, como ciertas Metas de Aichi para la Diversidad Biológica y el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6, Meta 6.6, que cubre los humedales.
La UNEA es el máximo órgano de toma de decisiones ambientales a nivel mundial. Su quinta sesión, que está prevista para febrero de 2021, se enfocará en el tema Fortalecer la acción por la naturaleza para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La conservación de los humedales también se abordará en la 13ª Conferencia de las Partes de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS COP13), que se llevará a cabo en Gandhinagar, India, del 15 al 22 de febrero de 2020 bajo el tema: «Las especies migratorias conectan el planeta y juntos las acogemos a su regreso».