El Día Mundial de la Alimentación tiene el objetivo de concienciar a la población del planeta respecto del problema alimentario global, no solo para erradicar el hambre, sino para alcanzar una alimentación de calidad de las personas de todas las condiciones. Al respecto, destacados especialistas de la Universidad Nacional Agraria La Molina (Unalm) proponen estrategias para un mejor acceso a la alimentación saludable y comentan cómo la pandemia ha afectado este empeño.
Marcial Silva, profesor principal de la Facultad de Industrias Alimentarias manifestó que: «Librar al mundo del hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición requiere medidas en todos los niveles de la sociedad, desde los consumidores hasta los productores, pasando por los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y las organizaciones internacionales. Está más que probado que la malnutrición, la obesidad, la anemia y muchos problemas metabólicos, ligados a la alimentación, están muy correlacionados con problemas de acceso a la educación. Por ello la introducción de temas alimenticios y nutricionales, debería formar parte de la educación a todo nivel», mencionó el especialista.
Por otro lado, Andrés Casas, decano de la Facultad de Agronomía declara que: «El Perú con su gran diversidad dispone de una gran variedad de productos, sin embargo, hay productos de gran valor nutricional como los granos, cereales y leguminosas andinas que faltan aprovechar a favor de una mejor nutrición. Para poner un ejemplo tenemos al tarwi, leguminosa que debería estar presente en más mesas de familias peruanas, al igual que la quinua, que se consume en desayunos como en almuerzos”.
Américo Guevara, director Instituto de Investigación de Biología y Biología Molecular de la UNALM enfatiza en la importancia de velar por la postproducción de alimentos. «Se tiene que contar con un programa intensivo de capacitación en las buenas prácticas posproducción a fin de evitar el deterioro de los alimentos. De nada sirve aumentar la frontera agrícola y los niveles de producción si no se tiene en cuenta toda la cadena productiva, hasta que el alimento llegue al consumidor final. Esto es importante porque muchos alimentos son perecibles y sus pérdidas son altas por un mal manejo en el transporte, lugares de expendio, inclusive en el mismo lugar de consumo».
Según la FAO “Unos 1,9 mil millones de personas – más de un cuarto de la población mundial – tienen sobrepeso”. Debido a esto se busca una alternativa de alimentos saludables para alejar a las personas de una dieta inadecuada. Al respecto el Dr. Américo Guevara señala que «falta desarrollar productos nutricionalmente balanceados, pero a su vez que tengan aceptación por los consumidores y a precios que estén al alcance de la mayoría y es allí donde la academia puede apoyar a la industria y a los programas gubernamentales mediante alianzas estratégicas. No se trata de prohibir el consumo de alimentos cualquiera fuera su naturaleza, lo que se tiene que hacer es educar a la población para que sea consciente de que todo exceso es malo y dosifique su consumo acorde con su requerimiento».
«También urge, para evitar la mal nutrición y sobrepeso, legislar sobre la oferta de alimentos por parte de los establecimientos que expenden “comida chatarra”, a los que se les debe exigir incluir alimentos típicos de nuestro país, con alto valor nutricional, y balancear y mejorar la oferta de alimentos que ofrecen; por ejemplo, incluir hamburguesas con quinua, con verduras y como postre fruta, sustituir las papas fritas por sancochadas o frejol, quinua, etc. Reducir en un primer instante las bebidas gaseosas e ir reemplazándolas por infusiones, chicha morada o bebidas de frutas, pero bajas en azúcar” agregó.