🏳️‍🌈 Día del Orgullo: Las voces que nadie escucha 

AMAZONÍA. «A mí me gustaría que aceptaran que una persona lgbt tuviera su pareja, pero no ahora, digamos a futuro, luchar para que las nuevas generaciones tengan esa oportunidad», señala Junior Sangama para la Agence France-Presse (AFP). Él es miembro de la comunidad Tikuna en el asentamiento indígena de Nazareth, ubicado en la provincia de Bagua, en la región Amazonas. Este año, un reportaje realizado por la misma agencia mostró cómo los pobladores de esta comunidad aceptaban a los homosexuales, pero sin que esto implique admitir algún tipo de “organización” LGBT. Allí, ser homosexual está bien, ya que tradicionalmente los grupos en el Amazonas rechazan a los homosexuales, muchos huyen ya que no son reconocidos en sus comunidades, buscan un refugio y lo encuentran. Sin embargo, decir que son aceptados no es preciso. En Nazareth se conoce y tolera su diversidad sexual, pero no poseen libertad absoluta para mostrar el orgullo de su sexualidad. No se les permite  besarse en público, vivir con su pareja, o vestirse acorde con su identidad sexual. Todavia no es posible pensar que las personas trans sean admitidas en la comunidad.

Al extrapolar esta situación, es evidente la comparación que puede hacerse en todo el Perú. La comunidad trans no ha logrado incluirse plenamente en la sociedad. Incluso ha sido fuertemente golpeada a lo largo de la historia. Las mujeres trans de la Amazonía han decido migrar a distintos lugares del país para lograr ser admitidas y poder vivir libres sin prejuicios. Sin embargo, siguen propensas a la discriminación y trabajos informales que las condenan al olvido. Aún así, siguen luchando por ser reconocidas y aceptadas. “No pedimos privilegios, pedimos derechos”, señala Tyra Guicchetti Chávez quien es mujer transgénero, comunicadora y activista, para un en vivo realizado vía Facebook desde la página de Féminas Perú, mientras que la selección de fútbol jugaba contra Ecuador. Solo habían 10 personas escuchándola.

Lo que la guerra se llevó 

Junio es el mes del Orgullo, pero el 31 de mayo se conmemora el Día Nacional de Lucha Contra la Violencia y los Crímenes de Odio hacia Lesbianas, Trans, Gays y Bisexuales. Se recuerda este día debido el asesinato de ocho travestis y gays a manos del MRTA en la discoteca “Las Gardenias” (1989), ubicada en el asentamiento humano 9 de abril en la periferia de Tarapoto, San Martín. En este lugar se organizaba, de forma clandestina, el concurso de belleza Miss gay. Los asesinados fueron acusados de “lacras sociales por corromper a la juventud de la zona”. “Yo tuve que tapar mi identidad de homosexual y me conseguí una pareja”, comenta Roger Pinchi Vásquez para un video expuesto en la sección testimonios del Lugar de la Memoria, Tolerancia e Inclusión Social (LUM). Él tuvo que casarse con una mujer para que los emerretistas no lo asesinen, aunque no escapó de que lo secuestren y violen por haberlo confundido con su hermana Fransuá. Quien era una mujer trans y un peligro para el MRTA, por lo que la mataron de un disparo en la cabeza. Los emerretistas, con su llamada “limpieza social”, deseaban eliminar a malandros, drogadictos y homosexuales a todos ellos lo apodaron “los indeseables”. Para este grupo terrorista, ser homesexual era inaceptable y se debía morir por ello. 

Políticas de la infección | revistaerrata.coLa Comisión de la Verdad y Reconciliación estima que la guerra interna entre los grupos militares, las guerrillas del MRTA y Sendero Luminoso dejaron 70 000 muertos. Sin embargo, según el libro Memorias, realizado por el Lugar de la Memoria señala que en el informe final de la Comisión no existe una cifra cuantitativa que permita reconocer qué tipos de crímenes de odio se cometieron contra la población LGTB. Por ello, el Movimiento Homosexual de Lima, una asociación civil dedicada a la defensa de los derechos de la comunidad, estima que unas 500 personas fueron asesinadas por su condición sexual durante los conflictos entre los grupos terroristas y el ejército del Perú.  Ariana Jaureguí (2018) señala que “conocer los crímenes de odio cometidos durante el conflicto nos plantea la necesidad de incorporar la homofobia y la transfobia en nuestra comprensión del proyecto político de los grupos subversivos. El periodo de violencia exacerbó el odio hacia las personas LGBTIQ que ya sufrían discriminación”. 

¿Por qué no fue posible reconocer a la comunidad LGBT y más aún a las personas trans que fallecieron en los periodos del 1980 al 2020? Sin un documento que te identifique es imposible que el estado esté seguro de quién eres. Más aún si las personas que deben reconocerte no aceptan tu identidad. Solo se apelará al criterio de las autoridades o a la memoria de los mismos para que puedan reconocer y respetar el orgullo de los que ya no están. Debido a la guerra interna, muchas mujeres de la Amazonía peruana tuvieron que migrar. Sin embargo, las adversidades que presentan no solo se resumen en no contar con un DNI que identifique su diversidad sexual, además las mujeres trans deben hacerle frente a la discriminación, la estigmatización y la explotación sexual que sufren. 

De vida o muerte 

Las personas trans son una de las comunidades que más han sufrido debido a la pandemia de la COVID-19; sin embargo, el virus que les ha golpeado durante muchos años es la explotación sexual, pero con la pandemia no han tenido otra opción. Según una encuesta de IPSOS, el 37% de personas estarían poco dispuestos o nada dispuestos a contratar a una persona trans. Por ello, las personas trans optan por otras formas laborales, ya que no encuentran trabajos en los sectores formales del país. Uno de esos trabajos en la prostitución. Jana Villayzán, quien es directora de Red Trans Perú, señala que esta ONG tiene la finalidad de empoderar a mujeres trans, de diferentes ciudades del país y apoyarlas en la situación de vulnerabilidad que se encuentren. “En las siglas LGBT están todas las diversidades pero a veces la T está de adorno”, comenta.

El 37% de peruanos estarían poco dispuestos o nada dispuestos a contratar a una persona trans. Foto: Ojo Público

En una investigación de Ojo Público, en la que solicitó información a la Policía Nacional, al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), a la Fiscalía y al Poder Judicial con el fin de conocer cuántas menores de edad y adultas de la comunidad LGBTI fueron rescatadas de la trata y de la explotación sexual, señaló que según la Policía solo rescato entre el 2010 y 2017 a 2781 personas en situación de trata. Por otro lado, la fiscalía siguió 1464 demandas y el MIMP acogió a siete mujeres que se encontraban en peligro. Sin embargo, no existe una cifra para conocer cuántas de estas personas pertenecían a la comunidad, debido a que el registro estatal es binario y solo se puede encasillar en femenino y masculino. 

Algunas investigaciones señalan que las personas trans empiezan a revelar su identidad entre los 10 y 15 años, otras incluso desde los 7 a 9 años de edad. Tal como lo afirma la encuesta realizada por Promsex, en Iquitos (Loreto) las mujeres trans migran de la selva a la ciudad para encontrar una mejor calidad de vida. Según el Diagnóstico sobre la situación de las adolescentes trans femeninas provenientes de la Amazonía Peruana, las mujeres trans se ven en la situación a migrar forzadamente, ya que sin documentos, soporte económico o educación finalizada o por las situación de pobreza extrema y el rechazo de su identidad por parte de sus familias, se ven en la obligación de abandonar sus casas. Muchas veces el único empleo que encuentras es en la explotación sexual. Es así que buscan un lugar en donde desenvolverse con el género que se identifican. (Mi papá) Me decía, por ejemplo, me decía que me, que me va a matar, que me va botar al agua y nadie se iba a enterar donde estoy (declaración recogida del informe sobre la situación de las adolescentes trans en la Amazonía. Pucallpa, niña tras de 15 años).

A estas personas se les priva de derechos básicos e incluso son maltratadas  y amenazadas de muerte por su condición. Por ello, si alguna de estas mujeres está dispuesta a denunciar, no son ayudadas en las comisarías. Incluso sufren de burlas, insultos y discriminación. Ojo Público también reveló que de los 43 municipios de Lima, 11 de ellos contaban con un plan llamado “erradicación de homosexuales” o “travestis”. Debido a la cantidad de prostíbulos clandestinos que se hallan cerca del centro histórico, las autoridades optan por botar de las esquinas a las mujeres trans que se encuentran ahí. Por otro lado, en la Amazonía las cosas no son más estimulantes. “En Iquitos, en el río Itaya en Belén hay niñas tras de 12, 13 años ya se prostituyen por cinco o diez soles, yo pregunto cómo es eso posible, y las líderes que ayudan a las mujeres trans de allá me responden es que ellas son pobres y con ese dinero ya su familia puede comer. Con diez soles ya tienen para comprarse un racimo de plátanos”, señala Jana. Las mujeres trans huyen de esos ríos o caseríos donde son abusadas sexualmente por los llamados “maperos”, quienes tienen relaciones íntimas con las niñas menores de edad. 

Comunidad LGTBIQ+ por primera vez frente al Congreso de la República en el 2019. (Foto: Perú 21)

El Estado Peruano reconoce que la trata de personas es un delito que debe enfrentarse de manera inmediata, articulada e intersectorial, y que deben sumarse los esfuerzos de instituciones públicas y privadas, de la sociedad y de las agencias de cooperación internacional. “Nosotros como organización [Red Trans Perú] no podemos decirle a las mujeres trans que no se prostituyan porque ¿qué otra salida tienen? No todas quieren ser peluqueras, cocineras. Aunque ahora he visto que en el Mercado Central y en Gamarra ellas están trabajando como vendedoras y eso es una buena forma de fomentar la inclusión e insertarlas en el mercado laboral formal”, comenta Jana desde la otra línea del teléfono. El Plan Nacional de Trata de Personas 2017-2021, por primera vez, reconoce que las mujeres migrantes y la comunidad LGBT son las que necesitan atención en este tema, ya que no se encuentran con acceso a la prevención y atención de estos casos. 

¿Me llamará por mi nombre?

Poseer un nombre es un derecho y te identifica en cualquier lugar al que vayas. Si viajas o vas a la escuela, o conoces a alguna persona, la primera pregunta que te hacen es ¿cómo te llamas? Al acudir a un establecimiento de salud, por ejemplo, el Documento Nacional de Identidad es indispensable para identificarse, pues la identidad es aquello que te representa y te llena de orgullo, pero ¿por qué no todas las personas pueden sentirse orgullosas de su identidad?

El JNE rechazó reconocer identidad de género de la candidata trans Gahela Cari.

La palabra “orgullo” se basa en la idea de que ninguna persona debe avergonzarse por su sexo, orientación, identidad o género. Quien inspiró esta palabra fue Marsha P. Johnson, una ciudadana estadounidense, mujer afroperuana transgenero y trabajadora sexual. Ella fue hallada muerta en el río Hudson (1992) en el año 1992. Esta misma mujer, debido a su activismo, inspiró el Día del Orgullo. Este se celebra cada 28 de junio. Es así que la lucha por los derechos de la comunidad LGBT no solo ha estado presente en los Estados Unidos, sino que se ha esparcido por distintas partes del mundo e incluso en el Perú. Los activistas que apoyan la lucha por los derechos humanos han sumado esfuerzos para seguir poniendo en agenda leyes a favor de la comunidad. Tales como la ley de identidad de género.

Promsex, una organización no gubernamental, realizó una encuesta en la que se mostraba como el 76% de las personas trans han recibido insultos y agresiones en la calle. Aunque la muestra se realizó en Lima, más del 50% de las mujeres trans encuestadas provenía de otras regiones (Loreto, San Martín y Ucayali). De las personas encuestadas, casi la totalidad de mujeres trans no contaban con un DNI que pudiera representarlas. Es así que se reconoce que el principal problema que enfrentan es  su identidad de género. 

El pasado 29 de marzo del presente año, la Comisión de la Mujer y la Familia del Congreso aprobó el dictamen que propone la ley de identidad de género. Luego de que en el año 2016, las excongresistas Indira Huilca y Mariza Glave lo propusieran, se elevó al pleno. Este dictamen consiste en respetar y reconocer la identidad de las personas transgénero. A pesar de que de una muestra encuestada, de un 46% de personas, señala estar de acuerdo con la afirmación de que las personas trans viven confundidas (IPSOS), el debate no se ha llevado a cabo.  

Foto: Instagram Javiera Arnillas

Aún así, el día 23 de junio del presente año, la organización Change Latino presentó ante el Congreso de la República 34000 firmas para que el debate sea elevado. En este evento, Javiera Arnillas, quien es actriz, modelo y activista, señaló que esto “no se trata de ideología, no se trata de una opinión, se trata de la vida y dignidad de miles de personas trans que no son reconocidas”. En esta petición también estuvo presente Rocío Silva Santiesteban, quien junto a Javiera hicieron llegar esta petición con el fin de lograr la aprobación de la ley de identidad de género. El próximo gobierno deberá asumir el reto de luchar contra la discriminación que las personas trans reciben. No solo por parte de la ciudadanía que se opone a aceptar la diversidad, sino con las mismas instituciones que excluyen. 

En las comunidades amazónicas, pero también de los sectores andinos, se pone en peligro el derecho a la diversidad que la comunidad trans merece. Aunque la inclusión poco a poco toca las puertas del país, que la explotación sexual siga siendo el estigma con el que se conoce a las mujeres trans es un problema que debe ser combatido desde el estado. “Con la ley de protección al menor ¿cómo dejan que esas niñas [trans] se vayan de sus hogares sin DNI o autorización de sus padres. En el centro de Lima se puede ver que muchas chicas del oriente peruano están trabajando [en las calles]”, afirma Jana Villayzán. Ella es una mujer trans que según señala, ha nacido con el privilegio de ser aceptada desde su hogar y que siempre la hayan llamado por su nombre. Por ello, es necesario que las instituciones dejen de aceptar conductas discriminatorias y transfobicas que merman el bienestar de las personas trans. Con miras al Bicentenario, se necesitan combatir estos sesgos.

El debate está puesto. Y el orgullo también.

 

*Escrito por Gabriela Coloma/INFOREGIÓN

 

 

Fuentes:

AFP Español. (2020, 16 diciembre). Salir del clóset en la selva: la comunidad del Amazonas que incluyó a los indígenas gays | AFP [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=Ivb0-5_aqiE

Díaz, A. L. (2016, 4 abril). Los indeseables de Tarapoto. EL PAÍS. https://elpais.com/elpais/2016/04/01/planeta_futuro/1459513097_580273.html

Diagnóstico sobre la situación de las adolescentes trans femeninas provenientes de la amazonía peruana,. (2018). http://iessdeh.org/usuario/ftp/20180226_DIAGNOSTICO%20TRANS%20ADOLESCENTES_web.pdf

POR UNA PLENA IGUALDAD: ENCUESTA DE PERCEPCIÓN EN EL RECONOCIMIENTO DE DERECHOS DE LAS MUJERES TRANS. (2021). https://promsex.org/wp-content/uploads/2021/03/Por-una-Plena-Igualdad-Encuesta-de-Percepcion-en-el-Reconocimiento-de-Derechos-de-las-Mujeres-Trans.pdf

Ojo Público. (2018). Mujeres trans: las víctimas invisibles de la trata. OjoPúblico. https://ojo-publico.com/especiales/mujeres-trans-victimas-invisibles-de-la-trata/