Devida: retorno de la coherencia

El Comercio. Luego de cinco meses de riesgosa indefinición en la política antidrogas, en los que se suspendió la erradicación de los cultivos ilegales de hoja de coca y se descuidaron los planes de sustitución de cultivos y punición, es positivo que el Gobierno haya empezado a rectificar el rumbo.

Ha nombrado presidenta de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) a la reconocida psicóloga Carmen Masías Claux, ex consultora de El Comercio en temas de drogas, ex directora de Cedro e integrante de la Junta Coordinadora de la Red Iberoamericana de ONG que trabajan en Drogodependencia.

Ella reemplaza al abogado Ricardo Soberón, cuya designación fue duramente cuestionada por su cercanía con los productores de hoja de coca, su proclividad a la legalización de drogas y la subsecuente suspensión de las acciones de erradicación de cultivos ilegales.

En lo que puede considerarse como un retorno a la sensatez y la coherencia, Masías Claux ha ofrecido replantear la lucha contra las drogas y convertir Devida en el órgano rector de las políticas y estrategias del Estado contra ese flagelo, objetivos que merecen el apoyo de todos.

Por su perfil profesional, especializada en el impacto de la drogadicción y sus consecuencias en el individuo, la familia y la sociedad, es previsible que aplique un enfoque integral, que incluya interdicción, control de insumos o precursores químicos, desmantelamiento de bandas, así como promoción de cultivos alternativos.

El Perú ostenta hoy el vergonzoso primer lugar como productor mundial de cocaína, a consecuencia de erradas políticas e indefiniciones gubernamentales. Es hora de cambiar esta sombría y peligrosa realidad, que corroe el tejido social y amenaza la estabilidad.

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