Determinan que la principal fuente de contaminación está en la alimentación

En la actualidad, existen trabajadores que pueden padecer exposiciones graves como los mineros, trabajadores de las alcantarillas, mujeres u hombres de la limpieza, trabajadores de la agricultura convencional, obreros/as que desarrollan su trabajo en empresas químicas y/o farmacéuticas, etc. Aunque no es habitual, son muchos los obreros que, especializados o no, trabajaban sin ningún tipo de protección ni asesoramiento. A pesar de ello, la principal fuente de contaminación está en la alimentación.

La dieta más sana es la ecológica, y si es local y artesanal, mejor, sin demasiadas grasas, azúcares y frivolidades, aunque sean ecológicas. En la revista Muface está el siguiente texto ilustrativo: «En el momento actual, la mayor esperanza de vida unida a nuevos usos y costumbres ha cambiado el patrón de enfermedad hacia las patologías crónicas. Atendiendo a la mortalidad que producen y por orden, estas son las cuatro más importantes:

  1. Enfermedades cardio y cerebrovasculares (más de 15 millones de fallecimientos);
  2. Enfermedades respiratorias como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (tres millones) más el cáncer de pulmón, tráquea y bronquios (1,7 millones);
  3. Enfermedades degenerativas (1,6 millones);
  4. Demencias seniles (Alzheimer), que se han duplicado en los últimos cuatro años.

En todo caso, como menciona el profesor Jaime Miquel Calatayud, doctor en Farmacia y gerontólogo que trabajó en la NASA para estudiar los factores que llevan al envejecimiento: ‘La vida es como una partida de cartas. Se reparten cuando nacemos (los genes) y con esas cartas tendremos que jugar toda la vida. Eso sí, dependiendo de cómo las juguemos, podremos ganar o no la partida’”. Hay elecciones que dependen de ti.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha afirmado que “seis de cada diez enfermedades ya están relacionadas con lo que comemos, y las que más despuntan son la hipertensión arterial, el colesterol elevado, la deficiencia de hierro, el sobrepeso, la obesidad y la diabetes”. Según ha informado Deusto Salud, vivir en una sociedad que se alimenta tan mal «ha provocado que haya un aumentado del número de profesionales en nutrición y dietética».

Desde Deusto salud se hace hincapié en que «las matriculaciones para el curso de Nutrición se han duplicado en un año» y la previsión es que en los próximos años este crecimiento sea todavía mayor antes la creciente de demanda «de un marco académico y formativo que genere profesionales de calidad». Incluso, los sectores sociales más conservadores muestran interés por un cambio en la alimentación.

La dieta ecológica nos hace vivir más y con más salud. La dieta convencional es responsable de alrededor el 80% de las enfermedades de la civilización y de sus consecuencias sanitarias a nivel global. Textos de algunos especialistas nos muestran que, en el siglo XIX, algunos médicos misioneros que viajaban a lugares remotos (entonces) observaron que “muchas de las enfermedades que eran habituales en la civilización occidental… eran extremadamente raras en los países visitados”.

Estas patologías se han ido multiplicando y expandiendo en las últimas décadas. Con los últimos eslabones de la modernidad, las enfermedades más características de nuestra era han ido aumentando su incidencia a medida que ha aumentado el índice de industrialización y de “tecnologización de la vida” y, especialmente, con el aumento de la exposición a determinados contaminantes a través de la alimentación convencional y la forma en que la tomamos con unos hábitos pérfidos desde diversos prismas…

Autora: Ángeles Parra es directora de BioCultura y presidenta de Vida Sana

Fuente: Ecoticias – Vida Sana