El Grupo de Operaciones Antidrogas Tácticas en Jungla (GOATJ), de la Dirandro, ubicó y destruyó un nuevo laboratorio clandestino de elaboración de clorhidrato de cocaína de alta pureza que traficantes de drogas habían instalado en plena selva del valle del Monzón, desde donde operaban para proveer de este estupefaciente a los carteles mexicanos que se han convertido en los principales financistas y clientes de las organizaciones peruanas.
La operación, dirigida por el coronel PNP Alexis Bahamonde Chumpitaz, jefe de la División de Operaciones Especiales Antidrogas (DIVOEAD), se desarrolló a inmediaciones del caserío Camote, comprensión del centro poblado Cachicoto, hasta donde llegaron los agentes tras una caminata de cinco horas por una trocha de difíciles condiciones.
En ese lugar los agentes hallaron el laboratorio equipado con generadores de electricidad, hornos microondas, gatas hidráulicas, prensas de metal, moledoras metálicas, alambiques, municiones de guerra y una gran cantidad de bidones de acetona.
Tras la destrucción de las instalaciones también fueron destruidos los insumos químicos calculados en dos toneladas y media de peso. Algunos enseres fueron trasladados a la base policial antidrogas de Tingo María.
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