Luego de tres horas de caminata por una zona inhóspita de la enmarañada selva, agentes de la División Especializada Antinarcóticos de Leoncio Prado ubicaron y destruyeron en el sector de Río Barranco, en el caserío de Santa Rosa de Quesada, un laboratorio clandestino de elaboración de pasta básica de cocaína con sus respectivas pozas de maceración y decantación, e incautaron 20 kilos de droga liquida (sulfato de cocaína) y abundantes insumos químicos.
Tras recibir informes de inteligencia que detallaban que en dicha zona se acopiaba grandes cantidades de hoja de coca para el procesamiento de droga, los doce agentes policiales, al mando del comandante PNP Bernardino Bastidas Chullanqui, se trasladaron a la zona, ubicada sobre los 2 500 metros sobre el nivel del mar, y procedieron a destruir e incinerar el laboratorio en presencia del Fiscal Especializado Antidrogas Juan Cuya Berrocal.
La ubicación inaccesible de este laboratorio clandestino refleja que ahora los narcotraficantes han cambiado de táctica y ya no montan sus laboratorios al borde de ríos y quebradas, sino que ahora, para evitar ser descubiertos por la policía, están utilizando zonas inaccesibles para realizar sus operaciones ilegales y se ubican en altas lomas y pendientes, jalando el agua vital que requieren con modernos métodos a través de un sistema de tuberías y motores.
Además de las pozas de maceración y decantación y la droga líquida, fueron también incinerados los 50 galones de kerosene, 20 kilos de ácido sulfúrico, 20 kilos de óxido de cal, 15 kilos de carbonato de sodio y abundantes utensilios plásticos encontrados.