Las organizaciones dedicadas al tráfico ilícito de drogas que operan en el valle del Monzón recibieron un duro golpe por parte de la policía antidrogas que destruyó diez gigantescos laboratorios de elaboración de pasta básica de cocaína así como ocho toneladas de insumos químicos.
Las acciones se ejecutaron en los poblados Matapalo, Maravilla y Cuyacu, lugares hasta donde llegaron los agentes del Grupo de Operaciones Antidrogas Tácticas en Jungla (GOATJ), de la Dirandro, con el apoyo de cuatro helicópteros UH-IIH.
Estos lugares eran el centro de operaciones de los traficantes conocidos como “Emel”, “Armelo”, “Pato”, “Rucumishi”, “Chato Grover” y “Fresi”.