Dos operaciones de interdicción contra el tráfico ilícito de drogas realizadas los días 23 y 24 de abril, en las provincias de La Mar (Ayacucho) y Satipo (Junín), permitieron dar un duro golpe al narcotráfico que opera en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), al destruir 31 laboratorios de producción de pasta básica de cocaína y una gran cantidad de insumos químicos fiscalizados usados para la elaboración del estupefaciente.
Fuentes confiables de INFOREGIÓN informaron que el primer operativo de las fuerzas policiales se produjo el día 23 en la localidad de San José, distrito de Santa Rosa, en la provincia ayacuchana de La Mar.
Hasta ese punto del VRAE llegaron los efectivos de la base antidrogas de Palmapampa acompañados del fiscal antidrogas Alfredo Palacios Montesinos.
En la acción antinarcóticos también participaron tres helicópteros UH-1H-II de la aviación policial. Se hallaron y destruyeron este día doce laboratorios de producción de pasta básica de cocaína.
También en Satipo
En cuanto a la segunda intervención, esta se realizó el sábado 24 en el distrito de San Juan de Mantaro, provincia de Satipo, departamento de Junín.
En este caso, también se contó con el apoyo de las aeronaves y la presencia del fiscal Palacios Montesinos. En la referida intervención, se hallaron diecinueve laboratorios de producción de PBC y una vivienda rústica que servía como depósito de los narcotraficantes, en donde se encontraron algunos recipientes de insumos químicos y otros implementos usados por los delincuentes, así como fotocopias del DNI N° 28529758, a nombre de Amelia Aguilar Bustios.
Las operaciones antinarcóticos permitieron en total la destrucción de mil 310 galones de kerosene, 760 kilos de hidróxido de calcio (cal), 116 kilos de carbonato de sodio, 523 kilos de ácido muriático, 12 kilos de hipoclorito de sodio (lejía), 82 kilos de ácido sulfúrico, 54 kilos de cloruro de sodio (sal), 75 kilos de amoniaco, 47 mil kilos de detritus y 38 mil 700 kilos de hoja de coca en proceso de maceración.
Con todo lo destruido, se evitó la producción de 387 kilos de pasta básica de cocaína que iba a ser vendida por el narcotráfico en los mercados internacionales y dentro del país.