Los constantes derrumbes y deslizamientos de lodo y piedras obstaculizan la circulación vehicular en el tramo de Ccano de la carretera Quinua-San Francisco, en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE). Los choferes reclaman el apoyo de las autoridades para la solución inmediata del problema.
“Realmente es desesperante. Muchas veces nos quedamos casi todo un día entrampados y tenemos que realizar el transbordo por cerros empinados para tomar otro carro y llegar a nuestros destinos”, señaló el pasajero Jorge Espinoza a INFOREGION.
Por su parte, se pudo observar que el Consorcio Pichari continúa realizando las labores de limpieza de los escombros y el mantenimiento de la vía. A pesar de los esfuerzos, las inmensas rocas dilatan el tiempo de los trabajos de rehabilitación.
El alcalde de la Municipalidad del Distrito de San Francisco, Edwin Huamán, emitió un informe a la Dirección Regional de Transportes de Ayacucho para que dinamiten las rocas de gran tamaño a fin de ampliar la vía.