El efecto de las toneladas de desechos químicos utilizados en la producción de droga en el Alto Huallaga, que han sido arrojadas a los ríos Monzón y Huallaga, se evidencia en la vida dentro de los afluentes y de los pobladores, señaló hoy Carlos Álvarez Janampa, biólogo del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP).
Advirtió que esta actividad está matando sin misericordia la vida en los ríos. «Los químicos que se arrojan a los ríos envenenan a las especies recién desovadas, al igual que a las larvas y alevinos de los peces. En su recorrido, las aguas contaminadas incluso atraviesan pueblos que se alimentan de ellas» señaló.
El especialista afirmó que las especies que logran sobrevivir tratan de adaptarse a la contaminación, pero también son infectados por los productos contaminantes.
Explicó que posteriormente, al ser atrapados por los pescadores, los productos contaminados son consumidos por los pobladores, especialmente los de escasos recursos económicos, contaminandolos a su vez.