En un operativo conjunto entre el Comité de Auto Defensa (CAD) del distrito de Pichari, el Municipio y la Gobernación, fue intervenido un antro de dudosa reputación donde una mujer obligaba a menores de edad a prostituirse.
La acción de la justicia se realizó en el sector Miraflores, en una cantina de propiedad de Edith Mendoza. En el lugar, se encontró a la menor de edad de nombre María, de 17 años, quien trabajaba como mesera pero que en realidad era usada para satisfacer los bajos instintos de los *parroquianos*.
Se supo que la chica llegó desde Satipo, en la región Junín, para que trabaje en el negocio. Sin embargo, la desalmada administradora la empezó a responsabilizar de continuas pérdidas de botellas de cerveza por las que María debía responder. Con el tiempo, la supuesta deuda ascendió a una cifra inmanejable, ante lo cual la proxeneta le insinuó que podía saldarse con un encuentro sexual con los clientes de la cantina.
Gracias al operativo, la menor pudo escapar de este drama y, según se sabe, ha iniciado el retorno a su tierra. Entre tanto, Mendoza fue denunciada de explotación sexual infantil ante la gobernación, mientras la investigación ya está en manos de la Policía Nacional.