La Policía española desmanteló cerca de Madrid el mayor laboratorio clandestino de cocaína de Europa. En la operación fueron detenidas 25 personas, entre ellas varios ciudadanos colombianos. La banda pasó de vender droga procesada a importar los insumos de Sudamérica para preparar por su cuenta los estupefacientes.
En el predio, instalado en una finca del municipio de Villanueva de Perales, los agentes hallaron más de 300 kilos de cocaína listos para su venta y 33 toneladas de productos químicos para procesar la pasta de coca, que era introducida en España por vía marítima en contenedores, escondida en cargamentos de café.
El comisario Jesús Pacheco informó en rueda de prensa sobre la operación policial «Colapso» y relató que en las viviendas “de seguridad” con las que contaba la red, los agentes encontraron más de dos millones de euros (US$2,6 millones) en efectivo, armas de fuego, vehículos de lujo y más de 470 teléfonos celulares.
Precisó que alrededor del laboratorio, emplazado en una casa aislada en el campo, la organización había instalado un verdadero fortín, con perros guardianes o micrófonos direccionales para detectar cualquier movimiento.
Durente la operación, las autoridades judiciales inmovilizaron bienes y activos financieros por valor de 50 millones de euros (US$65 millones).
¿Cómo actuaban?
Se precisó que la banda estaba liderada por una pareja de españoles y dos hermanos colombianos quienes a su vez, trabajaban en colaboración con un empresario madrileño dedicado al entretenimiento y que se encargaba de distribuir la droga.
De acuerdo a la versión policial, el hombre de negocios entregaba parte de la droga a dos hermanos españoles, dueños de un taller en la localidad madrileña de Paracuellos del Jarama, quienes a su vez traficaban el estupefaciente por medio de otros contactos.
Se precisó asimismo que la banda contaba con un bien montado bufete de abogados de Madrid, que se encargaba de buscar las formas legales para blanquear el dinero.
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