Una de las principales organizaciones criminales dedicadas a la trata de personas, y que en los últimos cinco años había secuestrado por lo menos a 1,500 jóvenes y adolescentes provincianas con fines de explotación sexual, fue desarticulada por la Policía en un operativo ejecutado simultáneamente en las regiones de Lima, Huánuco, Cusco y Madre de Dios.
Agentes encubiertos se infiltraron en el grupo mafioso por cuatro meses recolectando suficientes pruebas para justificar la operación.
La llamada operación ‘Delta’ también incluyó desde un principio seguimientos a los principales cabecillas de la banda así como la interceptación de sus llamadas telefónicas y de sus correos electrónicos.
GANANCIAS MILLONARIAS
Clara Quispe Quispe, (a) ‘La reina del Delta’, lideraba desde 2009 esta organización delictiva que –según la Policía– le generaba ganancias por un millón y medio de soles mensuales.
Ella fue arrestada en la zona céntrica de la ciudad del Cusco. Sus principales operadores corrieron la misma suerte en otros puntos del país.
Los hermanos gemelos José Romel y Clever Ramírez Cespedes, de 38 años de edad, fueron intervenidos en Tingo María, Huánuco.
En Puerto Maldonado, capital de la región Madre de Dios, cayeron Karina García Guardanaula (26) y Leyla Emperatriz Calderón (28).
En tanto, en la zona rural del Cusco, terminaron presas Johana Katerine Masías Borda (a) ‘Erika’ y Elías Farfán Salazar (a) ‘Tío Juan’.
Todos ellos utilizaban cuentas de Facebook, H5, Sonico, Twitter y otras redes sociales para captar con engaños a jóvenes y adolescentes.
La Segunda Fiscalía Supranacional Especializada en Criminalidad Organizada comprobó que los mafiosos ofrecían a sus potenciales víctimas sueldos de hasta tres mil dólares por desempeñar labores como recepcionistas en importantes empresas transnacionales.
La ciudad de Tingo María era el principal punto de reclutamiento. A las chicas captadas en esa ciudad las traían a Lima y las alojaban en hoteles lujosos. Después de unos días las invitaban a participar en un supuesto tour, a fin de llevarlas con engaños al lugar donde finalmente las secuestraban para explotarlas sexualmente.
RUTA DEL MAL
La ruta seguida era Huánuco, Lima, Cusco, Puerto Maldonado y acababan en las localidades de Pokiri Colorado, provincia de Manu, en la región Madre de Dios, lugar donde la banda regentaba decenas de bares y lenocinios.
La posibilidad de escape para aquellas que, entusiasmadas, culminaban el viaje era casi nula. «Les requisaban todas sus pertenencias y las mantenían cautivas en antros del vicio», señaló el coronel Mariano Céspedes, jefe de la División de Investigación de Trata de Personas de la Dirincri.
A las mujeres adultas las amenazaban de muerte mientras que a las adolescentes las intimidaban advirtiéndoles que difundirían a través de las redes sociales y la plataforma de YouTube fotos y videos suyos en los que aparecían desnudas, precisó el alto oficial.
ESCAPÓ DEL INFIERNO
Una quinceañera que consiguió burlar a sus celadores, hace unos meses, fue pieza clave para que las autoridades lograran desarticular a esta poderosa banda.
La menor de edad huyó del ‘Bar Taboo’, uno de los que poseía el grupo en la zona del Manu, y con la ayuda de algunas personas retornó a la ciudad de Lima para relatar con detalles a la policía su terrible pesadilla.
La muchacha expresó a los detectives el modo en que había sido captada y toda la ruta seguida por ella y otras mujeres hasta terminar secuestradas en Madre de Dios.
EL RESCATE
El coronel PNP Mariano Céspedes reveló que la ‘Operación Delta’ no solo permitió desarticular esta banda sino posibilitó también el rescate de decenas de menores y mujeres adultas que eran obligadas a prostituirse.
Todos los detenidos fueron traídos a la capital y serán denunciados y procesados por el delito de trata de personas en su modalidad agravada. La ley 28950, que rige desde 2007, lo sanciona hasta con 25 años de cárcel.
POCO DINERO PARA COMBATIR UN DELITO GRAVE
La trata de personas es el segundo delito con mayor incidencia en el Perú, después del narcotráfico. Pese a ello, el gobierno central solo ha destinado una partida de 1’600.000 (0.000015% del presupuesto nacional de 2013) para combatir este flagelo social.
En octubre de 2011 se diseñó el llamado Plan Nacional de Acción Contra la Trata de Personas que deberá regir desde el 2011 hasta el 2016. Los ministerios de Educación, Salud, Comercio Exterior y Turismo, Relaciones Exteriores, Justicia, Transportes, Trabajo y de la Mujer debían aportar parte de su presupuesto para llevar adelante con éxito el plan. Sin embargo, el sector Interior ha cumplido este año al destinar 400 mil soles (60 mil para Lima).
Por falta de fondos, desde 2011 hasta la fecha no se ha construido ninguno de los 20 albergues que se requieren en todo el país para asistir a las víctimas de este delito.
EN CIFRAS
1.144 procesados por delito de trata de personas registró el Ministerio Público entre 2009 y 2012. 24 procesados solamente han sido sentenciados con prisión efectiva durante el mismo periodo, pese a que la legislación vigente establece penas drásticas que oscilan entre los 8 y 25 años de cárcel para los responsables. (Ernesto Guerrero/Cortesía La República)