Treinta kilómetros del río Chiriaco y un sector del río Marañón han sido contaminados a raíz del derrame de petróleo ocurrido el pasado 26 de enero en el caserío de Villa Hermoza, ubicado a diez minutos de la localidad de Chiriaco, capital del distrito de Imaza, provincia amazonense de Bagua.
La contaminación del río Chiriaco se extiende desde la ruptura del oleoducto hasta su desembocadura en el río Marañón, en el sector conocido como Puerto Samarén. Este atentado contra el medioambiente es producto de la rotura del oleoducto norperuano que es administrado por la empresa estatal Petroperú.
Hasta el momento los intentos de dicha empresa por controlar los daños del derrame del crudo han sido infructuosos. Por ejemplo, el pasado 9 de febrero la mancha de petróleo rebalsó las trampas puestas por Petroperú debido a las fuertes lluvias de la zona. Actualmente, las aguas del río Chiriaco y un sector del río Marañón están cubiertas por un manto negro y espeso de petróleo, informó la Municipalidad Distrital de Imaza a INFOREGIÓN.
Son cientos las familias que viven en las riberas de los ríos citados que sufren las consecuencias de la contaminación como es la ausencia de agua y el fuerte olor del crudo que llega hasta sus viviendas. Las localidades de Chiriaco, Imaza e Imazita están entre las más afectadas.
Además, las autoridades ediles de dicha localidad hicieron un llamado a las autoridades ambientales a que apliquen la sanción correspondiente a los responsables por no tomar las previsiones necesarias y no haber recogido con prontitud el crudo contaminante. Hablamos de una zona lluviosa donde los cauces crecen profusamente.
Asimismo, lamentaron que los representantes de Petroperú minimicen los efectos de este atentado al medioambiente, actitud similar tomada también por varios medios de comunicación en la cual se divulgan versiones que aseguran que todo está controlado.
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