El coordinador regional de la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza en Ayacucho, Carlos Condori, mostró su preocupación e indignación por la situación infrahumana en la que fueron encontradas las mujeres nativas ashaninkas capturadas recientemente por la policía y que habían sido secuestradas por Sendero Luminoso y separadas de sus familias desde hace muchos años atrás.
“Estas mujeres nativas no cuentan con una adecuada alimentación. Existe una jerarquía entre los senderistas y ellas reciben la peor parte. Los jefes se encuentran en mejores condiciones y ellas son secuestradas y utilizadas para las labores de servidumbre”, señaló Condori.
Por su parte, Jorge Fernández Mávila, defensor del Pueblo en Ayacucho, calificó como repudiable la situación en que fueron encontradas las nativas en un campamento senderista.
Trata de personas
«Este es un evidente delito de trata de personas cometido por la cúpula de Sendero Luminoso en el VRAE, vamos a revisar en el registro de víctimas la identificación de estas personas para darles una identidad en el proceso» señaló.
Precisó que las mujeres ashaninkas capturadas junto al camarada “Charly” no cuentan con documentos de identidad y recordó que una de ellas fue arrancada del seno familiar desde muy temprana edad, a los cuatro años y actualmente no tiene noción de quién es ni de su edad.
Fernández Mávila informó asimismo que los familiares de “Charly” ya solicitaron defensa legal para el senderista capturado y para las nativas ashaninkas, pedido que ya ha sido brindado.
Para el coordinador regional de la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza, esta situación de indefensión de las poblaciones nativas frente a las acciones violentas de los remanentes senderistas en el VRAE, requiere la presencia efectiva y urgente del Estado mediante políticas a favor de las comunidades nativas de la selva ayacuchana.
Además, precisó que es necesario un plan de articulación y recuperación que incluya a las autoridades regionales y locales por ser zonas de permanente riesgo.
Indicó que pese a las constantes capturas de senderistas en el VRAE, la zona aún es catalogada como área de remanentes senderistas y sólo tiene atención de las autoridades cuando hay operativos y luego es olvidada.
Condori sostiene que las comunidades nativas del VRAE deben tener una atención prioritaria del estado porque también cuentan con mujeres y niños entre su población a merced de los senderistas.
Actualmente la población asháninka ha sido desplazada hacia territorio ayacuchano debido a los problemas con Sendero Luminoso y muchas de estas comunidades luchan por regresar a sus lugares de origen en la selva central, pero aún no tienen éxito.
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