AYACUCHO. El Patronato Cultural de Ayacucho denunció que una serie de recintos arqueológicos, un sistema agrícola, así como el centro histórico de Ayacucho están sufriendo acciones que alteran su primigenia estructura a raíz de la implementación de obras públicas o a consecuencia del descuido de las autoridades responsables. Seguidamente, compartimos el comunicado que dicha entidad divulgó en la que dan precisiones caso por caso:
- Pikimachay, asentamiento arqueológico, caracterizado por contener los restos culturales más antiguos del Perú (13 000-22 000 a.C.), está siendo alterado por la construcción de un acceso peatonal que ha desfigurado el paisaje cultural con andenerías antiguas que circunda a la cueva. Los trabajos son ejecutados por el Gobierno Regional Ayacucho con el aval del Ministerio de Cultura, con un presupuesto de cinco millones de soles, que supera de manera exorbitante la propuesta inicial establecida en el Plan de Manejo del Complejo Wari, que incluía estudio, limpieza, acondicionamiento y señalización de la indicada cueva prehistórica.
- Lagunilla, complejo de sistema agrícola de filiación Huarpa y Wari, ubicado en Huayllapampa, altura del desvío de la carreteras Huanta- Quinua, está siendo alterado a diestra y siniestra, sin que hasta el momento la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ayacucho, haya hecho algo por paralizar el movimiento de tierra (con maquinaria) para la construcción de una carretera que secciona las andenerías y estructuras habitacionales de este valioso complejo agrícola prehispánico.
- El Complejo Arqueológico Wari, catalogado como el principal recurso turístico de la región, permanece abandonado sin el cuidado y protección del área intangible, que cada vez se ve amenazada por el crecimiento de centros poblados que la rodean. En el área monumental, las estructuras excavadas están siendo deteriorados por la intemperie y falta de protección de cabeceras y cubiertas adecuadas; algunas estructuras, como la esquina interna del sector de Capillapata, corre el riesgo de colapsar, por un agrietamiento que no ha recibido la atención técnica necesaria; si bien algunas estructuras excavadas han sido tapadas, otras recientemente descubiertas, requieren de una efectiva protección.
- Conchopata, atractivo arqueológico más cerca de la ciudad de Ayacucho, esta convertido en basural y lugar de tránsito vehicular de viviendas y restaurants instalados dentro la zona arqueológica y, resulta irrisorio que solo cuando se tiene programado visitas de altos funcionarios del Ministerio de Cultura, se hace labores de limpieza, sin hacer efectivo el saneamiento físico legal relacionado con la delimitación del monumento y el retiro de viviendas construidas sobre estructuras arqueológicas.
- Pomaqocha (Intihuatana) y Vilcashuaman, expresiones arquitectónicas incas de mayor espectacularidad en la región sur central de los Andes centrales, permanecen olvidados del apoyo estatal para el cuidado y protección de las estructuras expuestas; los apuntalamientos de madera que el Ministerio de Cultura ha instalado son simples “adornos”, si consideramos la carga pesada de los bloques de piedra, que requiere de otra clase de intervención. Dentro del área Intangible de Vilcashuaman, se viene alterando el paisaje arquitectónico monumental con la edificación de nuevas construcciones.
- El centro histórico de Ayacucho y barrios tradicionales, están siendo alterados de manera acelerada con el plantado de árboles “ornamentales” en lugares no apropiados, al igual que la construcción de nuevas obras en distintas partes del espacio monumental, caso concreto de la cuadra 3 del Jr. 28 de Julio; cuadra 4 de F. Vivanco, cuadra 3 del Jr. Arequipa, entre otros, y un edificio en el barrio de Belén, que rompe la visión integridad de las estructuras tradicionales que son el atractivo de la ciudad.