Los integrantes de una presunta mafia de trata de menores de edad, que reclutaba adolescentes en Iquitos para explotarlas sexualmente, y que fue desbaratada la semana pasada con la captura de sus integrantes en el Cusco, fue denunciada por la Cuarta Fiscalía Especializada contra la Criminalidad Organizada.
El fiscal Marco Guzmán Baca, señaló que según el testimonio de la señora Melita Salas Peña, narra que en noviembre del año pasado fue engañada por Paulina Grajeda Salazar, convenciéndola para que su hija adolescente de 17 años, de iniciales N.L.L.S., viajara al Cusco, contratada para un supuesto trabajo de bailarina y modelo.
Consiguiendo el permiso para el viaje de la adolescente, Paulina Grajeda, envió a la menor al Cusco, donde su hermana Amalia la obligó a trabajar como dama de compañía y bailarina en los clubes nocturnos «Decameron» y «Casanova», en donde ingería licor y mantuvo relaciones sexuales con ocasionales clientes, quienes pagaron por el servicio a la denunciada.
Conocidos los agravantes y capturados los miembros de proxenetas, se procedió a la denuncia penal por el delito Contra la Libertad en su modalidad de Trata Agravada de Personas con fines de Explotación Sexual, en agravio de la adolescente N.L.L.S., de 17 años, por lo que podrían ser condenados hasta con 25 años de prisión.
Según las investigaciones Paulina Grajeda Salazar (41) tenía el rol de contactar a menores de edad en Iquitos y con engaños reclutarlas para enviarlas al Cusco, donde iban a dar a los locales nocturnos regentados por Martín Augusto Anto Callañaupa (42). Mientras que Amalía Grajeda Salazar (39), era la encargada de controlar los movimientos de las víctimas dentro de la mafia organizada.
