En setiembre de 2020, Demetrio Pacheco, reconocido defensor ambiental perdió a su hijo producto de un asesinato. De acuerdo a las investigaciones policiales, la muerte de Roberto Carlos Pacheco Villanueva se produjo bajo la presunta autoría de dos integrantes de la Asociación de Agricultores Ecológicos los Hijos de Madre de Dios, denunciada previamente por realizar actividades de tala ilegal dentro de la concesión forestal de la familia Pacheco, ubicada en el margen derecho de la carretera Interoceánica, en la región Madre de Dios.
Antes de este suceso, Roberto Carlos y su padre llevaban tiempo alertando a las autoridades que eran víctimas de amenazas de muerte por parte de invasores, presuntamente vinculados a la minería ilegal, quienes ilícitamente ingresaban de manera irregular a su patrimonio. En una oportunidad, Demetrio recuerda que fue convocado a una reunión por los grupos ilegales. Sin embargo, al rechazar dicha invitación, como señal de amenaza, estos dejaron una bala en la mesa de su campamento forestal.
Posterior a este hecho, el Demetrio solicitó varios pedidos de garantías personales, a través de la Prefectura Regional de Madre de Dios, pero no fueron otorgados.
“Hice un pedido para mí y para mi hijo, no me las dieron, y luego de que ocurrieron los hechos fatales, después de casi dos años, me llamaron para entregarme la resolución de garantías. Dichas garantías de vida no las necesito tanto en la ciudad, sino en mi área de trabajo [el bosque]”, afirma.
En esa línea, las amenazas no cesaron ni con la presencia de las autoridades, así se evidenció en setiembre de 2021, durante una diligencia en coordinación con la Policía, la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental – FEMA y la Gerencia Regional Forestal y de Fauna Silvestre, órgano de línea de segundo nivel organizacional del Gobierno Regional de Madre de Dios. “Encontramos a un sujeto que reiteradamente había ingresado a la zona, provisto de una escopeta, el mismo que refirió que tengo la costumbre de venir acá con policías y fiscales”, rememora Demetrio.
Hoy, tras más de dos años del asesinato de su hijo, los esfuerzos del Estado para reducir las amenazas contra el concesionario forestal aún resultan ser insuficientes. Pues, Demetrio, quien también se desempeña como vicepresidente del Comité de Gestión de la Reserva Nacional Tambopata permanece en situación de riesgo, pese a que ha accedido a las medidas preventivas solicitadas.
Este complejo panorama se refleja con los lentos avances judiciales, respecto a las siete denuncias interpuestas por el defensor ambiental hacia varias personas y organizaciones por delitos ambientales y contra el patrimonio, entre los años 2012 al 2019.
La Asociación de Agricultores Ecológicos los Hijos de Madre de Dios y la Asociación de Agricultores y Productores La Interoceánica son dos de ellas, las cuales habrían realizado actividades de roce, tala y quema de bosques primarios al interior de su concesión forestal para cambios de uso agrícola, prohibidas en la Ley de Flora y Fauna Silvestre.
Cabe añadir que, a la fecha, ninguna de las carpetas fiscales que se han generado concluyen con sentencia alguna contra los responsables, salvo una, precisa Demetrio. “Una ya está para sentencia, probablemente sea la que se les han encontrado en estado de flagrancia». Además, revela que los presuntos responsables no se han quedado con las manos cruzadas, puesto que los taladores ilegales lo han denunciado en dos ocasiones.
“A mí me han denunciado dos veces, una fue a inicios de agosto 2016. Me notificaron por delitos ambientales; yo me reí, cómo me pueden atribuir delitos ambientales, si yo soy un concesionario forestal legal. Le dije a las autoridades que cualquiera no puede venir a sorprenderlos con mentiras”, indicó.
“Esa denuncia se archivó, porque las autoridades constataron que yo no estaba hablando mentiras. El proceso duró todo el año 2016 y a fines de 2017 se archivó, pero no contentos con eso al año siguiente, en febrero, me vuelven a denunciar por los mismos delitos ambientales y ¿quién te denuncia? El que está cometiendo el delito”, agrega.
Sobre ello, se sabe que Herbert Ivdu Vilca Achahui, fiscal adjunto provincial provisional del distrito fiscal de Madre de Dios, todavía no se ha pronunciado sobre la carpeta fiscal que mantiene a Demetrio en calidad de investigado por el delito de tala ilegal.
Al cierre de esta entrevista con Inforegión, el defensor ambiental madrediosense advirtió que su situación no es aislada, recordando que en julio del año pasado, se perpetró un ataque en el sector Santa Rita Baja, por parte de invasores, provistos de machetes contra seis concesionarios forestales, ubicados en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata. “Estos invasores no tuvieron el mínimo respeto hacia la Policía y amenazaron con quemar a uno de ellos, precisamente un concesionario que tenía garantías personales”, menciona.
Finalmente, Demetrio hizo un llamado a las autoridades competentes para que no se repitan más asesinatos y no se olviden los nombres de Alfredo Brasco, Roberto Pacheco y Juan Julio Fernández, defensores ambientales asesinados por su lucha en defensa de los bosques.
También, reafirmó su compromiso con la protección de la superficie forestal y remarcó la necesidad de articular una estrategia, entre todos los sectores involucrados del Ejecutivo, para garantizar la seguridad de los defensores ambientales que trabajan en la conservación de los bosques, la vida y sus territorios ancestrales.
“Hay muchos más casos como el mío y pese a que ha ocurrido un hecho fatal al interior de mi familia, a veces yo mismo me pregunto: ¿hasta dónde voy a llegar? Esto se va erradicar cuando todas las instituciones públicas, que tienen que ver con el bosque, hagan su labor, pero cómo se coluden esto se extiende. La mafia está en todas partes”, concluyó.