El coordinador del Comité Agrario Ambiental, COAN, del VRAE, Edgar Gómez, advirtió que si se continúa con la tala ilegal y la deforestación de bosques para cultivar coca ilegal en el valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, se correrá la misma suerte de algunas zonas del valle del Urubamba, en donde los cerros han sido arrasados brutalmente al punto de que ya no existe vegetación y sus pobladores vienen sufriendo las consecuencias de cambios en el clima y falta de agua.
“El viaje realizado a través de la II Caravana de Integración del VRAE, ha sido muy importante por muchos motivos, entre ellas el advertir las diferencias que existen en las realidades agrarias y ambientales de nuestra zona y del valle del Urubamba» precisó el experto.
Relató por ejemplo que en el largo recorrido por los diversos distritos del Urubamba su pudo observar bosques arrasados, terrenos sin vegetación, chacras con cultivos de coca donde antes había bosques, lo que ha originado un notorio cambio en el clima, con mucho calor, constantes polvaredas y con mucha escasez de agua es escaso.
En conversación en el programa Dialogo Ciudadano de INFOREGIÓN que se transmite desde San Francisco hacia todo el VRAE, Gómez se congratuló que en el VRAE la situación todavía sea diferente. «En el VRAE afortunadamente aún contamos con grandes extensiones de bosques; pero que si estos no son protegidos adecuadamente correrán la misma suerte de nuestros vecinos» alertó.
Sin política ambiental
Por su parte Adrian Arestegui, incasable promotor ambiental en el VRAE, sostuvo que lamentablemente las autoridades no tienen una política ambiental, para hacer frente a esta dramática situación, y denunció que pese a los millonarios presupuestos que reciben los distritos de La Convención, (entre ellos Kimbiri y Pichari en el VRAE) por el canon gasífero, no se han trabajado proyectos de reforestación.
“En 1973 tuve la oportunidad de estar en Quillabamba y no terminábamos de asombrarnos por la belleza de esta zona en donde existían una gran variedad de aves y animales silvestres. Hoy lamentablemente, todo es distinto. La vegetación fue sido arrasada para sembrar coca. Y peor aún, no existe una política ambiental de sus autoridades. Hay gente que sigue quemando la poca vegetación que aun existe en los cerros” lamentó.
Un VRAE con bosques y con futuro
Más adelante ambos experto coincidieron en indicar que la situación en el Santuario del Machupicchu y en sus inmediaciones, es muy distinta pues sus autoridades y pobladores han entendido la importancia de mantener y cuidar los bosques aledaños, pues el turista no solo va a ver las construcciones de piedras, dejadas por nuestros antepasados, sino también a disfrutar de la hermosura de la naturaleza.
En ese sentido, se mostraron muy preocupados debido a que muchos madereros inescrupulosos han invadido ya la zona virgen de Cielo Punku, lugar por donde pasa la carretera de Kimbiri – Quepashiato y donde actualmente existe una gran riqueza forestal y de fauna siulvestre.
“Lamentablemente esa riqueza paisajística la podemos perder en unos años si las autoridades municipales y los propios pobladores no tomamos conciencia de la urgencia de mantener esas riquezas naturales, para atrae también a los visitantes nacionales e internacionales que están interesados en realizar turismo vivencial”, señaló Adrían Arestegui.
Los comentarios están cerrados.