Luis Gomero, de la Red de Acción de Agricultura Alternativa (RAAA), demandó trabajar en una reforma que fortalezca la institucionalidad ambiental para poder enfrentar los conflictos generados por la deforestación y la degradación de los recursos naturales.
En declaraciones a INFOREGION, Gomero precisó que existe incapacidad de nuestras instituciones para poder fiscalizar la sobre extracción de los recursos forestales y detener la deforestación, tala ilegal y los problemas generados como consecuencia de la agricultura migratoria.
«Lamentablemente, la débil institucionalidad de la autoridad ambiental no ha podido liderar procesos intensos y fuertes para poder reorganizar todo esto, y se ha generado una anarquía en aprovechamiento de recursos naturales, especialmente los bosques, ya sea por los madereros, la explotación de recursos no renovables como la minería, o por la agricultura desordenada manejada desde los andes», resaltó.
Alertó que todas estas complejas situaciones han provocado que las tasas de deforestación se incrementen. «Los costos sociales y ambientales son enormes y se está viendo cómo mitigar estos impactos o sacarles provecho a estas áreas que aparecen como degradadas y darle un valor económico en la generación de ingresos».
Gomero denunció que por la extracción intensiva de madera de nuestros bosques, miles de hectáreas han quedado no solo deforestadas sino también abandonadas sin ninguna utilidad económica y ambiental.
Explicó por ello que el reto ahora es ver la de aprovechar estas áreas que se han degradado en los últimos 50 años como consecuencia de la ola migratoria de los andes hacia el trópico y por la eliminación de bosques, especialmente ahora con el problema del cambio climático que evidencian los problemas ambientales en la actividad productiva.
Impacto de la coca
Además alertó que el 76% de la degradación de los suelos deforestados se debe al manejo del cultivo de la coca que usa abundantes insumos químicos.
En ese sentido mostró su preocupación por la grave contaminación de quebradas y ríos por desechos derivados de las pozas de maceración que utiliza el narcotráfico en las zonas cocaleras en el VRAE, el Alto Huallaga y la Selva central utilizadas por el narcotráfico.
«El cultivo de coca y su procesamiento está distorsionando las pequeñas quebradas, cuencas, afectando la flora y fauna. Es un problema muy serio. Un 76% de la degradación de suelos es debido al manejo del cultivo de la coca, que usa abundantes insumos químicos» precisó