Un minucioso seguimiento realizado por efectivos de Seguridad Ciudadana y miembros de los Comités de Autodefensa determinó que peligrosos delincuentes se ocultan en los prostibares de la denominada ‘curva maldita’, en las afueras del distrito de Pichari, luego de cometer sus fechorías en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE).
Periodistas de INFOREGIÓN informaron que las investigaciones se iniciaron luego de que Ronald Quispe Gutiérrez denunciara haber sido víctima del robo de mil nuevos soles, ante el personal del Serenazgo y los Comités de Autodefensa quienes de forma inmediata dispusieron el personal suficiente para encontrar a los malhechores.
Alertados de que los delincuentes estarían coludidos con las meretrices de los prostibares de la ‘curva maldita’, un contingente de efectivos del Serenazgo y los Comités de Autodefensa inspeccionaron uno a uno los locales en los que a diario decenas de mujeres, en algunos casos menores de edad, ofrecen sus servicios sexuales a los parroquianos.
“Acabamos de encontrar una parte del dinero -400 soles- que le habrían robado a Ronald Quispe Gutiérrez. No es la primera vez que este problema sucede en la ‘curva maldita’. A diario vienen a quejarse de robo de dinero y pertenencias. [Los ladrones] se ocultan en los bares coludidos por las señoritas”, manifestó Ángel Calle, presidente de los Comités de Autodefensa de Pichari.
Gilmer Urbano Cárdenas, miembro del Serenazgo, también evidenció la colusión que existe entre las meretrices y los delincuentes para cometer los robos tanto a transeúntes como parroquianos y que estos queden impunes.
Durante la inspección se constató que dos de las mujeres que estarían coludidas con los delincuentes serían menores de edad. Ellas fueron trasladadas a la comisaría para ser identificadas ya que no contaban con carné de sanidad.