Comenzó como una pequeña asociación agrícola que quería generar trabajo para la población de Acos Vinchos (Ayacucho); ocho años después, la quinua orgánica que produce la cooperativa “Campo Verde” se cocina en los fogones del restaurante Tanta, firma del reconocido chef Gastón Acurio, para preparar un suculento ‘quinua airport’.
Ahora su próxima meta es vender barritas energéticas de quinua orgánica y kiwicha; un sueño que pronto se hará realidad gracias a la planta de procesamiento y a las capacitaciones que recibieron como parte del Programa Conjunto Granos Andinos, una iniciativa de las Naciones Unidas que busca fomentar la producción de quinua orgánica mediante cooperativas para venderla en los mercados nacionales.
El nacimiento de esta asociación Campo Verde esconde una historia de esfuerzo y dedicación. En 2008 un grupo de vecinos de la comunidad de San Martín de Pamparque decidió poner en marcha esta iniciativa para crear trabajo en la zona. “Antes la población tenía que marchar a buscar trabajo a otros lugares. Ahora hemos generado puesto de trabajos, incluso tenemos que traer a personas de otras zonas porque no nos abastecemos solos con los cultivos”, explica Eduard Navarro, presidente de la asociación.
Nadie imaginaría que el vergel sobre el que se asienta la asociación antes era una tierra árida donde sólo había cabras. El empeño de los vecinos consiguió traer agua a la zona para reforestarla y cultivar algunas leguminosas, inicialmente, y poco después quinua orgánica y kiwicha. “Trajimos agua desde un puquial que hay a 5 kilómetros, y de otros reservorios la canalizamos a este terreno que era eriazo”, explica David Pérez, asociado.
Pronto, la calidad de su producto no pasó desapercibida y fue invitado a participar en Mistura. Hoy cuentan con 90 hectáreas, y producen 70 toneladas de quinua orgánica al año que venden en tiendas ecológicas de Lima, en el restaurante Tanta y otros mercados.
Tras lograr que su marca fuera reconocida, el próximo sueño de los vecinos fue vender barritas energética de quinua y kiwicha. Una iniciativa para la que lograron el apoyo del Programa Conjunto Granos Andinos, implementando por Naciones Unidas, dotando a esta comunidad de una planta de procesamiento que inauguró el pasado jueves.
El Programa Conjunto Granos Andinos es una iniciativa pionera implementada durante dos años por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la UNESCO, que ha contribuido a la reducción de la pobreza y a la mejora de la productividad de los granos andinos en zonas rurales de Ayacucho y Puno.
“El apoyo del programa facilitará su fortalecimiento en el mercado con productos de mayor valor agregado ya que ha facilitado el diseño e implementación de una pequeña planta industrial y su línea de proceso, así como el fortalecimiento de las capacidades técnicas de sus asociados”, puntualiza Miguel Maldonado, coordinador del Programa Conjunto Granos Andinos (PCGA).
Asimismo, el especialista informa que el programa ha apoyado en la elaboración de un plan de negocios y en un plan de comercialización que prevé que sus ventas se incrementen un 105%, pasando de una facturación de 68 mil soles en 2015 a 140 mil soles en 2017, según las previsiones.
“Nuestros ingresos se han incrementado. Ahora ya tenemos platita para mandar a nuestros hijos a estudiar a Ayacucho, para comprar ropita. Antes para tener algo de plata mi esposo tenía que ir a la selva, ahora ya no, ya estamos mejor”, comenta María García, trabajadora de la asociación. “Tenemos una mejora de vida. Nuestra mira siempre estuvo puesta en sacar adelante a nuestro distrito, y encima ahora generamos trabajo. Es una gran satisfacción”, cuenta con orgullo Eduard Navarro.
Fuente: Naciones Unidas