Deforestación origina escasez de agua en la selva central

La escasez de agua en la selva central obedece entre otros factores, a la deforestación, la pérdida de bosques o pastos que permiten la infiltración del agua de las lluvias, advirtió Carmen Felipe Morales, agro bióloga integrante del Instituto IPROGA quien explicó la necesidad de proteger la cubierta boscosa de la amazonía que permite el abastecimiento natural de agua a las nuevas plantas.


 


En Diálogo Ambiental, la experta mostró su alarma ante las evidencias encontradas en el Huallaga de aparición de plantas que son indicadoras de desertificación, y explicó que en los últimos años se observa que en ciertas épocas del año la sequía es bastante pronunciada, debido a la eliminación de la cubierta vegetal.


 


“La mejor forma de conservar el agua en las cuencas es manteniendo la cubierta vegetal sea de bosques o de pastos, es esa esponja natural la que permite que el  agua se infiltre y no sea erosiva, pero si la eliminamos, va a traer escasez de agua, y en época de lluvias problemas de erosión de suelos bastante graves como ya están ocurriendo» advirtió.


 


La experta en Aguas, dijo además que el uso de productos químicos, como el ácido sulfúrico y otros insumos que se utilizan para la elaboración de la droga, no solo contamina el agua como recurso, sino todo lo que trae consigo.


 


«Es un daño a  toda la vida, a las plantas, a la fauna, a la microfauna, además de otros contaminantes, porque no solo están los productos usados para la pasta básica, a ellos se suman residuos de la industria petrolera y de la minería informal», enfatizó.


 


Efectos irreversibles


Felipe Morales señaló que el mayor problema se registra en la época seca, cuando se registra un bajo caudal de los ríos. “Cuando baja el caudal en la época seca la concentración de estos contaminantes es mucho mayor, mucho más peligroso y los efectos pueden ser irreversibles.


 


«Nosotros estamos en una región tropical, donde hay que diferenciar dos estaciones bien marcadas, la estación seca y la estación húmeda. Si en la estación seca el suelo no ha conservado el agua para los meses de sequía, eso va a afectar el desarrollo de las plantas, además de un debilitamiento de la cobertura vegetal, trayendo desabastecimiento y disminución de la reserva de agua que pueden tener esas cuencas», indicó.


 


Morales afirmó que de acuerdo al último mapa de erosión de los suelos que hizo el año 1986 la UNER, Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales, se estimaba que aproximadamente un 70% de los suelos de la sierra ya estaban afectados por diferentes grados de erosión por su condición de zona de montaña.


 


Con respecto a la selva, indicó que en ese entonces tenía cubierta boscosa, pero ahora ésta se ha ido eliminando, y los índices de erosión deben ser muy altos, originando una  disminución del recurso.  Por ello consideró indispensable realizar estudios al respecto para determinar el grado de erosión que han sufrido los bosques amazónicos.