Los mineros informales y los buscadores de oro no solo causan estragos en los ríos y bosques de Madre de Dios. También empiezan a crecer como amenaza ambiental en la provincia de Puerto Inca, en Huánuco, en medio de la desidia de las autoridades para controlarlos.
A decir del representante de la Defensoría del Pueblo en ese departamento, Pier Paolo Marzo, con este tipo de actividades que dañan el ecosistema se está gestando a nivel nacional un “tremendo Problema”, y particularmente las consecuencias en Huánuco se están haciendo evidentes en Puerto Inca, en los afluentes del río Pachitea.
“Precisamente por ello, la Defensoría ha decidido acercarse más a la problemática de la minería informal y a la ausencia de un sistema de gestión ambiental que permita que todas las autoridades del Estado incorporen la idea de conservación de nuestro ambiente”, indicó.
En entrevista con El Diario del Aire, informativo de INFOREGIÓN que se transmite en Tingo María, Marzo se preguntó qué sería de Tingo María si no tuviera árboles a consecuencia de la minería informal. “Por eso es importante la conservación de los bosque, los que lamentablemente en nuestra zona empiezan a ser presionados”, alertó.
Contó que Juan Carlos Miranda, comisionado de la Defensoría, estuvo toda la semana pasada en Puerto Inca y que pronto tendrán un reporte completo sobre la situación generada en la zona, en donde está avanzando la minería informal “que destruye bosques, contamina ríos y genera conflictos sociales con las comunidades nativas”.