En una prolongada jornada de trabajo en los distritos de Chaclacayo y Lurigancho-Chosica, la Defensora del Pueblo, Beatriz Merino, comprobó la ausencia de medidas de protección en las riberas del río Rímac, pese a la proximidad del crecimiento del caudal del río y la posible caída de huaycos, poniendo en riesgo a muchas familias.
En Chaclacayo, Merino y su equipo visitaron el asentamiento humano «Virgen de Fátima de Morón» y comprobaron la falta de limpieza del cauce del río Rímac, lo que ha generado la formación de islotes que, con la crecida de las aguas, podría originar desbordes que pondrían en peligro la vida de los pobladores.
También comprobó que las bases del puente que comunica a la Asociación de Vivienda «Los Girasoles» están ostensiblemente deterioradas, lo que evidencia un inminente riesgo de colapso. Asimismo, Merino visitó a los vecinos de la «Quebrada de Quirio», en Lurigancho−Chosica, donde el cauce de la quebrada está cubierto con desmonte y basura.
En esta última zona, las viviendas son precarias, ya que apenas están cubiertas con esteras y madera, y se encuentran ocupadas por pocas personas. Carecen de servicios, lo que ha dado lugar a la construcción de pequeños reservorios, pero el único acceso a este punto es una trocha que se ha habilitado dentro del cauce del río.
Ante estas evidencias, la Defensora del Pueblo exhortó y recomendó a los alcaldes de Chosica, Luis Bueno, y de Chaclacayo, Alfredo Valcárcel Cohen, a adoptar acciones inmediatas para prevenir, antes que lamentar, tragedias que impliquen la pérdida de vidas humanas.
Finalmente, recordó que el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) ha identificado 13 zonas vulnerables en las cuencas de los ríos Rímac, Chillón y Lurín. Los puntos vulnerables son: La Calzada, en el distrito de Chicla, provincia de Huarochirí; la quebrada Huayaringa, en el distrito de Santa Eulalia; y el asentamiento humano 27 de Junio, de Chosica, ubicado dentro de la faja marginal del río Rímac.