¡Defendamos la Amazonía, la región con más biodiversidad del mundo!

¡Defendamos la Amazonía, la región con más biodiversidad del mundo!

La Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, COP25, se realizó del 2 al 13 de diciembre bajo la Presidencia de Chile con el apoyo logístico del Gobierno de España. Escandalosamente los pueblos amazónicos no fueron invitados a ella. Esto motivó que esos pueblos realizaran una reunión paralela.

La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) presentó el evento paralelo el viernes 13 de diciembre. El evento titulado «Clima, Hidrovía y Turberas» se realizó cerca al local donde se desarrolló la Cumbre Climática de las Naciones Unidas (COP25).

La reunión contó con la participación de representantes de organizaciones indígenas amazónicas como Lizardo Cauper (Aidesep), Jamner Manihuari de la Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas (Corpi), Elizabeth Sánchez de la Federación de Comunidades Nativas del Bajo Ucayali (Feconbu), Jorge Pérez de la Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Oriente (Orpio), Paola Naccarato de la sección peruana de la Sociedad de Conservación de Vida Silvestre: Wildlife Conservation Society (WCS) y Leila Rodríguez de Amazon Watch que son organización sin fines de lucro con sede en EEUU. Trabajan para proteger los bosques.

Durante el encuentro, los asistentes pudieron conocer diversos datos sobre las enormes cantidades de carbono que almacenan las turberas y los riesgos que estas enfrentan actualmente por actividades perjudiciales como la amenaza del dragado en los ríos amazónicos.

Pero… ¿Qué son las turberas amazónicas y por qué son tan importantes? Las turberas son un tipo de humedal ácido que almacena abundante materia orgánica.

En la ecología, el concepto se utiliza para describir la condición del suelo que acumula el carbono (materia orgánica) en sus tierras. Estas se forman cuando la productividad de la materia orgánica es mayor que su descomposición debido a la saturación del agua en el suelo.

Eurídice Honorio, investigadora del Instituto Nacional de Investigaciones Amazónicas del Perú (IIAP), explicó que las turberas funcionan como agentes de almacenamiento de materia orgánica, convirtiéndose así en un factor de mitigación del cambio climático.

Del mismo modo, la Sociedad de Conservación de Vida Silvestre (WSC por sus siglas en inglés) reconoce el valor de estos humedales al señalar que sólo las turberas de Loreto son capaces de almacenar el 90% del carbono subterráneo «Las turberas de Loreto contienen una estimación de 3.1 PGC (La proteína PGC-1á es el regulador maestro de la biogénesis mitocondrial), que equivalen a 60 años de las emisiones antropogénicas nacionales de CO2», agrega la WSC, organismo que también estuvo presente en el encuentro.

Pese su importante rol, hoy las turberas enfrentan un riesgo muy grande que podría terminar afectando su conversión y restarle capacidades para hacerle frente al cambio climático.

Por ejemplo, en el Perú se está intentado realizar una Hidrovía Amazónica, un proyecto fluvial que para hacerse realidad tendrá que dragar (El dragado es la operación que consiste en el ahondamiento para facilitar el tráfico de barcos) cuatro ríos muy importantes de la Amazonía. Impidamos que el Perú participe de esta depredación.

Diversos expertos han señalado que el dragado es una actividad que podría terminar perjudicando la existencia de las turberas amazónicas; mientras que los pueblos indígenas han denunciado que esto pone en riesgo el equilibrio ambiental de los ecosistemas amazónicos.

Por todo ello, es importante conocer la verdadera utilidad que tienen las turberas amazónicas y los beneficios sociales que se perderían en caso de que se vean dañadas.

Los barcos son enviados por empresas transnacionales que los usan para depredar la Amazonía extrayendo madera. Estas empresas tienen el apoyo del reaccionario gobernante de Brasil, veamos cómo trata a la Amazonía Jair Bolsonaro, presidente de Brasil:

En los primeros 11 meses del año pasado fueron destruidos 4878,7 kilómetros cuadrados de área amazónica brasileña; mientras que, en el mismo período de 2019, la cifra se eleva a 8974,31 kilómetros cuadrados. La deforestación en la Amazonía brasileña aumentó 103,7 % en noviembre de 2019, en comparación con el mismo mes de 2018, según estimaciones del sistema de Detección de Deforestación en Tiempo Real (Deter), del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) de Brasil.

Este año, la Amazonía ha estado en el centro del debate a nivel mundial, luego que salieran a la luz videos de esa zona del planeta en llamas, que fueron desestimados por el presidente Jair Bolsonaro.

 

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Nota publicada por: Servindi