Recientemente, la asociación civil Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) cumplió 18 años de trabajo sostenido teniendo como campo de acción central a la Amazonía de nuestro país. A lo largo de ese lapso la entidad se fue perfilando con esa experiencia para implementar proyectos y animar debates capitales acerca de la realidad y el destino de la población amazónica. Para conocer más a fondo acerca de este trayecto es que conversamos con Hugo Che Piu Deza, quien es miembro fundador de DAR. Seguidamente, nos comparte sus reflexiones acerca de la importancia de la Amazonía para el Perú y el planeta.
Balance de una trayectoria de 18 años
«DAR nace como una institución que lo que busca es el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. (…) Poco a poco introducimos otras visiones como la de derechos de los pueblos indígenas, y en general el enfoque de los derechos humanos. Nos interesa no solo la conservación de los recursos, sino también la promoción de los derechos de las personas, en particular de los pueblos indígenas». Con estas palabras, el presidente de DAR nos da un primer acercamiento de lo que han significado estos primeros 18 años de vida de esta institución.
«DAR fue hecho a mano», consideró al recordar los primeros pasos que dio la institución, generando una hermandad, un sentimiento de pertenencia en el trabajo hombro a hombro de parte de sus ocho miembros fundadores y amistades que prestaron su apoyo. El tiempo transcurrió y han salido e ingresado nuevos integrantes, «pero la institución sigue fortaleciéndose. DAR tiene nivel de resiliencia», expresó. «Siento que se ha convertido en una escuela de muchas personas que están ahora en otras instituciones».
Consideró que hay dos maneras para mirar lo realizado por DAR. Citó como faceta interna que la entidad registra un proceso de madurez como organización, que permitió construir una identidad. Afirmó que ello implica que «se ha desarrollado una metodología propia para abordar los problemas». Citó que realizan su labor -enfocados en la Amazonía- pero con alcance local, nacional e internacional; y ello «nos da una increíble potencialidad para integrar estas escalas». Es así que «en nuestros 18 años hemos podido consolidar estos elementos», afirmó.
De cara al exterior, resaltó aquellos «procesos en los que hemos contribuido y nos sentimos muy satisfechos». Recordó que entre los años 2006-2007 impulsaron el tema de la transparencia en el sector forestal. «Eso fue algo pionero no solo en el Perú, sino en la región», destacó. «Con esa experiencia nos fuimos involucrando en otros sectores (como) propiciar la transparencia en el sector energético que nos llevó a involucrarnos en iniciativas globales como el EITI», añadió.
Agregó que con «un mirada más integral» buscan «promover la gobernanza ambiental, que es nuestro enfoque actual». Refirió que «cuando abordamos un problema no solo vemos el derecho a la participación o el derecho a que se rindan cuentas, sino lo que está detrás, que eso permite que haya una forma de toma de decisiones en la que los intereses de las personas cuenten. A nosotros nos interesa que se tomen en cuenta los derechos de las poblaciones amazónicas».
Otro punto a tener en cuenta de cara al exterior es que «sentimos que somos una institución bisagra», pues no es necesario tener la etiqueta de ser una ONG indigenista o quizá ambientalista; esas divisiones son teóricas», consideró. En la práctica, lo que sucede con el ambiente afecta a todas las personas y si estas no pueden ejercer sus derechos esto afecta a sus territorios, remarcó.
Recordó que en sus primeros años, DAR impulsó el tema de la consulta previa. «(Este asunto) era tan raro en el país, algo de lo que nadie hablaba», precisó. «Hemos sido parte de las instituciones que apoyaron al movimiento indígena en este tema. Ahora en el Perú tenemos una Ley de la Consulta Previa. Hay sentencias que mandan que se cumpla», refirió con orgullo.
Asimismo, resaltó que «algo en lo que nos estamos enfocando es en visiones integradoras del desarrollo, no (solo bajo visiones) sectoriales». Al respecto, puso un ejemplo: Decisiones que pueden considerarse buenas en el sector de la infraestructura vial, pueden tener un impacto negativo en la preservación de un bosque.
Gran reto nacional: Conocer la Amazonía
Ante la Amazonía, anotó que «el primer gran reto que tenemos» en el Perú hacia esta región es conocerla; es decir, a aquellos peruanos y peruanas que la habitan. Precisó que para ello no debemos mirarla según cómo encaja en la visión que podamos tener de ella, sino en cómo sus visiones con las nuestras se pueden entrelazar. En ese sentido, «lo que tenemos que buscar es un proyecto de país que sea inclusivo, que ello no implique una visión de dominio de uno sobre otros», remarcó.
Anotó que, en líneas generales, existe un gran desconocimiento sobre la Amazonía de parte de la sociedad peruana. «Ese desconocimiento nos lleva a tener ideas como de que es un lugar vacío, que la naturaleza es un impedimento para el desarrollo. O a considerar a su población que no vive bajo nuestros parámetros como (una forma de vida) subdesarrollada», precisó.
Recalcó que es preciso conocerla, pues la Amazonía brinda al Perú y al planeta una serie de beneficios económicos y ambientales, que no retribuimos. Lamentó que, al contrario, con nuestra forma de aprovechar el territorio, estamos reduciendo la capacidad de ese gran bioma para producir servicios ambientales para todos. Añadió que otro punto a considerar es tener una visión de sostenibilidad, pues elementos como la naturaleza y las culturas son muy vulnerables. Las decisiones que tomemos deben ser lo más equilibrados posibles para evitar pérdidas, advirtió.