Los afectados por el desborde del río Sivia en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) expresaron su indignación y malestar debido a que la ayuda recibida de parte de las instituciones estatales es insuficiente. El desastre ocasionó que más de 33 viviendas del distrito de Sivia fueran arrasadas y 110 resultaran afectadas.
“La única ayuda que recibimos fue la donación de 70 planchas de calaminas para siete personas que lo perdieron todo y solo tres para quienes han sido afectadas sus viviendas”, señaló Moisés Chimayco, presidente del sector 8 de Diciembre, zona dañada por el desborde del río el pasado 19 de enero.
Agregó que requieren con urgencia maquinaria pesada para restablecer los servicios básicos, ya que las tuberías de agua y desagüe colapsaron y el equipo transferido en la anterior gestión edil está deteriorado.
Esta situación representa un grave riesgo por el incremento de enfermedades en especial para los niños.
El alcalde de Sivia, Wilfredo Jaures, expresó que hasta el momento no ha recibido presupuesto del Foncomún, lo cual impide se realicen más acciones para ayudar a los afectados.
“Cuánto quisiéramos remover todo el escombro de las calles, de las losas deportivas y de las viviendas para brindarles por el momento las mínimas condiciones de supervivencia a los pobladores”.
Trabajo conjunto
La autoridad precisó que en junio y julio se construirían muros de contención para enfrentar las temporadas de lluvias.
Asimismo, anunció que se entregará un bono de 15 mil soles a las familias para la reconstrucción de sus viviendas con plazos de pago prudenciales. Los afectados demandan que el Gobierno Central declare en emergencia a los distritos de Sivia y Llochegua.