En 2012, nació la Asociación de Productores de Cacao Clon Villa Vista con la marca “K´ajkiri”, conformada por productores dedicados a la siembra, procesamiento y transformación de cacao, provenientes del distrito de Unión Asháninka, ubicado en la provincia de La Convención, región de Cusco.
Los chocolates al 60% de cacao, chocolates bitter con arándano y los bombones con mucílago de cacao son su especialidad, y, también, el único sustento económico de los agricultores que conforman esta organización. Yuly Carbajal Quispe de Olmos, presidenta de la asociación, conversó con Inforegión para hablar acerca de sus principales metas colectivas e individuales.
“Nuestra meta es ser conocidos con la marca y no solamente con la marca, sino promocionar que son productos orgánicos y de suma importancia para la salud de las personas, desde adultos mayores, niños, embarazadas. Nuestros productos tienen mucho hierro y son buenos para la anemia, por ejemplo. De esa manera, queremos darnos a conocer y que nuestros agricultores también puedan mejorar su calidad de vida, por supuesto”, comenta.
Recientemente, la Asociación de Productores de Cacao Clon Villa Vista se presentó en el Salón del Chocolate: la mayor red mundial de salones de chocolate. En el evento, realizado del 13 al 16 de julio, Carbajal Quispe de Olmos se pronunció sobre varios temas importantes, entre los cuales resaltó los efectos actuales del cambio climático que están afectando las producciones de los agricultores de la asociación.
“Lo que nos afecta mucho es la sequía. Nos gustaría que las autoridades nos apoyen con el riego tecnificado y que nuestros productos no se deterioren. Nos alarma desde el año pasado. Son dos años consecutivos. Los años pasados todavía se veía lluvia, pero con esto del cambio climático ya no. Debemos tomar conciencia, tanto en la ciudad como en las zonas rurales, sobre el tema”, explica.
Finalmente, en esa línea, la representante de la cooperativa agraria cacaotera precisó que, hoy en día, sus socios agricultores están ejecutando prácticas de control biológico y pesticidas naturales para hacer frente a los cambios de temperaturas y los patrones climáticos.
“Nosotros nos hemos planteado, siendo una cooperativa, poder mejorar la calidad de vida de nuestros socios. Yo personalmente observo que los agricultores han aprendido mucho, saben hacer sus productos orgánicos y cómo lidiar con las plagas, y sin usar ningún químico. Pero, el mercado viene y nos da siete o seis soles. Hacemos tan buen cacao para venderlo a este mercado. Por ello, lo que planteamos es ser una cooperativa para nosotros mismos ofrecer los productos a un precio justo”, concluyó.