El analista en temas de narcotráfico, Rubén Vargas, recomendó que cualquier estrategia que pretenda intervenir en el valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, para lograr su desarrollo debe tener claro que el primer paso es luchar contra narcotráfico, eje principal del grave problema de inseguridad que vive esta zona del país.
Durante una entrevista con el programa Diálogo Ciudadano, el Especial del Fin de Semana, Vargas Céspedes dijo, en ese sentido, que se debe apoyar todas las iniciativas del gobierno para esta zona, sin perder de vista que el obstáculo principal para su desarrollo es el combate contra el tráfico ilícito de drogas.
“Hay que apoyar lo que se intenta realizar desde el Ejecutivo en el VRAE, son programas de trabajo que hay que empujar, pero la verdad es que el grave problema de seguridad que existe en el VRAE nos tiene que hacer pensar que cualquier estrategia de intervención en el VRAE tiene que partir de la premisa de que el principal problema es la seguridad y dentro de ese marco el combate contra el narcotráfico”, recalcó.
Por ejemplo, opinó que el asfaltar la carretera Quinua – San Francisco, dotarla de electricidad, darle energía al VRAE y dar facilidad económica para proyectos productivos, van a generar oportunidades de desarrollo para la población, pero estos esfuerzos no servirán de nada “si no expulsamos de manera decidida y en el menor tiempo posible a las organizaciones criminales que viven de la coca ilegal y del narcotráfico”.
Decomisos de insumos químicos no afectan al narcotráfico del VRAE
Del mismo modo, el experto explicó que los constantes decomisos de insumos químicos que se llevan a cabo en el VRAE no afectan sustancialmente a las mafias que operan en la zona, pues no representa más del 3 por ciento del total de elementos para la elaboración de drogas que maneja en narcotráfico en esta cuenca cocalera.
“Lo que se está haciendo en el VRAE en la lucha contra los insumos químicos resulta insuficiente y casi inútil, por usar una palabra radical, porque de la cantidad de insumos químicos que ingresa al VRAE, lo incautado no supera ni el dos o tres por ciento. Hablamos en realidad de niveles de pérdida que se podrían aceptar en cualquier tipo de producción. Son parte de las pérdidas que naturalmente podría tener cualquier actividad lícita o ilícita, y eso no afecta al tráfico de drogas”, detalló.
Por ello, recomendó formular políticas que fomenten el control de insumos químicos en las vías de acceso al VRAE y acaben con la corrupción de quienes permiten el ingreso en grandes cantidades de elementos como el kerosene y otros más.
Preocupa crecimiento sostenido en producción de hoja de coca
Más adelante, el especialista se refirió al informe sobre monitoreo de cultivos de hoja de coca presentado por la ONUDD recientemente. Dijo que es preocupante el crecimiento de 4.5 por ciento que en cultivos de coca ilegal existe con relación al año pasado en el Perú, no por el monto porcentual sino porque se presenta un crecimiento sostenido en este rubro.
“Pese a que es una cantidad relativamente pequeña, hay que considerar que es un crecimiento sostenido. El año pasado también se ha señalado un crecimiento con una cifra similar. Una conclusión preliminar seria que los cultivos de hoja de coca en el país tienen un crecimiento sostenido ya por varios años”, comentó en el espacio radial de INFOREGIÓN.
Dijo, asimismo, que otro de los problemas que detecta el informe y que causa gran preocupación es el crecimiento de los cultivos de hoja de coca ilegal en las áreas naturales protegidas, “un tema del que hemos venido llamando la atención en INFOREGIÓN desde años atrás”.
“Esto se incluye en el informe en la medida en que los cultivos van creciendo, no solamente en las zonas de amortiguamiento de las áreas naturales protegidas, sino dentro de las mismas áreas. En esa situación estarían los parques nacionales Bella Durmiente, Cordillera Azul, Baguaja Sonene y la reserva natural de Tambopata Candamo”, detalló.