El nombramiento de la lideresa de Unidad Nacional, Lourdes Flores Nano, como presidenta de Peruvian Airline ha generado muchos cuestionamientos debido a los oscuros antecedentes del dueño de esa compañía, César Cataño Porras, quien hace un par de años estuvo involucrado en un caso de tráfico ilícito de drogas y desde hace menos de tres meses es investigado por el Ministerio Público por presunto lavado de dinero proveniente del narcotráfico.
A continuación el informe que ha publicado en su última edición la revista Caretas sobre el tema.
¡El avión no sale! La noticia dejó de una pieza al nutrido grupo de periodistas que había sido invitado al vuelo inaugural de la nueva aerolínea Peruvian Airlines, la mañana del viernes 21.
Algunos reporteros habían abordado ya el Boeing 737 y aguardaban la llegada de la lideresa de Unidad Nacional, Lourdes Flores Nano, y de César Cataño Porras (47), flamante presidenta del directorio y dueño de Peruvian Air Line S.A., respectivamente, para partir rumbo a Chiclayo. Pero fueron desembarcados de forma intempestiva.
No está claro qué sucedió, pero cuando los periodistas se marcharon, Lourdes Flores y miembros de la juventud pepecista aparecieron en el aeropuerto Jorge Chávez, subieron al avión de Peruvian Air Line S.A. y enrumbaron a la tierra del Señor de Sipán, donde la ex candidata presidencial cumplió con ciertas actividades como representante oficial de la nueva aerolínea. Sin cámaras, claro está.
El vínculo entre la lideresa de UN y Cataño, un singular personaje con antecedentes por tráfico de drogas, despertó críticas en la prensa hace algunas semanas. Entonces, Flores defendió la “honorabilidad” de Cataño, pero el episodio del viernes 21 parece haber confirmado que Peruvian Air Line S.A. tiene alerón de paja.
La turbulencia ha sacudido al propio UN. Salvador Heresi, alcalde de San Miguel y lanzado por la propia Flores como posible candidato a la comuna de Lima, expresó su preocupación por la relación de su lideresa con Cataño. “A Lourdes Flores le ha faltado prudencia al aceptar el cargo de esta empresa”, comentó extrañado.
El lunes 24, Flores respondió en RPP. “Las opiniones de Heresi son personales y no representan al partido”, dijo y añadió: “Mi decisión de asumir la presidencia de Peruvian Air Line S.A. ha sido personal. Es un asunto profesional que he asumido con independencia y con la separación absoluta de la vida política”.
Flores se comparó con el candidato de la derecha a la presidencia de Chile, el millonario Sebastián Piñeira, quien en el 2000 asumió la presidencia del directorio de la aerolínea LAN, cargo que mantuvo por siete años. “No olvidemos que el dueño de LAN es un político connotado y aspirante a la Presidencia de la República”, dijo.
Luego volvió a defender a Cataño. “Hay un error en la percepción (sobre Cataño). Ratifico mi plena confianza y mi seguridad en la absoluta corrección del accionista de esta empresa y allí estoy absolutamente tranquila”. No debería estarlo.
Existe aquí un conflicto de intereses real porque una cosa es ser abogado de una empresa legal y otra tener como cliente y socio a un personaje con los antecedentes penales de Cataño. O debería decirse de Adolfo Carhuallanqui Porras, su verdadera identidad.
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